Inmaculada Concepción |
La festividad de la Inmaculada Concepción se empezó a celebrar, como tal, a finales del Siglo XV pero solamente en América Latina y no fue hasta 1854 cuando fue declarado como dogma o principio innegable el hecho de que, 'a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que siempre estuvo libre de todo pecado'. Este principio de fe es aceptado por todos los cristianos a excepción de los protestantes, que alegan que el papel que desempeña la Virgen María, incluida en la doctrina de la Inmaculada Concepción no está del todo claro y que, solamente por este hecho no es creíble.
Dogmas y leyes innegables aparte, la Inmaculada Concepción es la virgen que más patronazgos tiene por el mundo. Es la patrona de gran parte de los países que forman América Latina y en lo que se refiere a Europa, en Portugal es la patrona nacional y en Italia es patrona de su ejército. En España, la Inmaculada Concepción es patrona nacional y también de patrona de la Infantería Española.
Todos los años, el 8 de diciembre, se celebra un desfile en honor a su patrona. Cuenta una de las historias, que se puede escuchar en uno de esos desfiles, que en una de las batallas durante la Guerra de los Ochenta Años, que tuvo lugar en 1585, los soldados españoles estaban a punto de ser derrotados al estar situados entre los cauces de dos ríos, por ello, el almirante Holak, a cargo del ejército holandés, ofreció la rendición. Esta rendición no fue aceptada por los españoles que preferían morir en combate a ser derrotados, por ello, el almirante holandés ordenó abrir los diques de los dos ríos para 'ahogar' a nuestros soldados. Uno de los soldados mientras cavaba, encontró una tabla con la imagen de la Virgen Inmaculada, que fue colocada en un altar como señal de protección divina. En la noche del 7 al 8 de diciembre hubo un viento tan frío que consiguió helar el agua de los dos ríos, permitiendo a los soldados españoles atacar a las tropas holandesas, según cuentan, el día 8 al amanecer y consiguiendo así la victoria.
Esta gesta es conocida como El Milagro de Empel y, desde entonces, se tomó a la Virgen como patrona y protectora de nuestro cuerpo de infantería. Todos los años, el día 8 de diciembre, se celebra un acto que honra a la Inmaculada Concepción y se le agradece la protección. Aunque este no es el único acto que se celebra en nuestro país ya que la virgen es patrona de muchos municipios de España aparte de diferentes organizaciones, como los Colegios Oficiales de Farmacéuticos o las Facultades de Farmacia.
Aunque existen muchas fiestas en honor a la virgen, solamente dos gozan del privilegio de ser consideradas como una fiesta de Interés Turístico Nacional. Una de estas fiestas es la que se celebra en Torrejoncillo (Cáceres) cada 7 de diciembre, la Encamisá. A las diez de la noche sale, cada año, una imagen de María Inmaculada acompañada durante todo el recorrido de los paladines, que van recubiertos con sábanas blancas. En la plaza del pueblo esperan los jinetes que, al encontrarse con la virgen, disparan sus escopetas al aire, y siguen con su camino de varias horas por las calles de la localidad. Al día siguiente se realiza la ofrenda a María Inmaculada, vestidos todos los habitantes con el traje tradicional de Torrejoncillo.