miércoles, 16 de diciembre de 2020

Hoy se celebra el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven

Ludwig Van Beethoven
El músico alemán
Ludwig Van Beethoven (1770-1827) es uno de los compositores y músicos más conocidos del mundo y uno de los más importantes de la historia. Su obra influyó profundamente en la música y el arte posteriores. Por ello, 250 años después de su nacimiento, sus composiciones todavía son valoradas, programadas en recitales y conciertos, e incluso utilizadas en bandas sonoras.

Aunque no se sabe exactamente en qué día nació, se considera que Beethoven nació un 16 de diciembre, ya que fue bautizado el 17 de ese mes, de 1770 en Bonn (Alemania). Creció en una familia humilde, de músicos: su abuelo era un conocido violinista y su padre era músico y cantante. 

Su padre, que tenía problemas con el alcohol, quería que Beethoven siguiese los pasos de Wolfgang Amadeus Mozart, un gran músico que mostró sus habilidades desde pequeño: daba conciertos desde los siete años.

En ese sentido, le educó desde bien pequeño para desarrollar sus habilidades musicales. De Bonn se fue a vivir a Viena, capital de Austria, donde acabaría desarrollando todo su potencial. Pronto fue reconocido entre las clases más adineradas y pudo dedicarse al completo a la creación musical, aunque eso no impidió que tuviese problemas económicos durante otras etapas de su vida. Murió a los 56 años debido a problemas con el hígado que arrastraba desde hacía tiempo.

La obra de Beethoven se enmarca dentro de lo que sería el período clásico, basado en la proporción, y el romanticismo, en el que la melodía experimentaba muchos cambios, entre otras características. Aprendió de grandes músicos de la época, como Joseph Haydn (1732-1809) o Antonio Salieri (1750-1825), que fueron sus maestros. Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), que vivió en la misma época, fue también uno de sus referentes.

La obra de Beethoven podría dividirse en tres periodos. De 1770 a 1800, Beethoven se adaptó a las fórmulas más clásicas, más similares a las de sus maestros Mozart y Haydn. La primera sinfonía, los cuartetos opus 18 y el Septet opus 20 son de esta etapa.

En el segundo período, de 1801 a 1814, su contenido se volvió más expresivo, más denso, con cambios bruscos de tonalidad. En la segunda etapa destacan obras Concierto para violín o la Opus 57.

De 1815 a 1827 se distingue la tercera etapa, en la que experimentó con absoluta libertad melódica, en referencia a la melodía, y formal, la estructura de la pieza. En la última fase de su vida creó sus últimas sonatas para piano y obras como Hammerklavier, opus 106, la Misa Solemnis en re mayor y la Novena Sinfonía en la que introdujo, por primera vez, la voz humana.

Esta última es una de sus grandes obras: es Patrimonio de la Humanidad desde 2001 y su último movimiento fue adoptado por el Consejo de Europa como Himno europeo.

Además de por su música, Beethoven es conocido popularmente por una enfermedad que le marcaría la vida. A finales de su primera época creativa empezó a experimentar sordera, de la que no se sabe con certeza su causa, y que le obsesionaría hasta su muerte. Este hecho afectó su trabajo y le condujo a aislarse de las personas de su alrededor. La sordera se iría agravando hasta convertirse en total hacia el final de su vida.

Esta enfermedad le provocó una gran tristeza y le llevó a, en 1802, escribir el Testamento de Heiligenstadt. Era una carta en la que se despedía de sus hermanos, ya que pensaba en suicidarse. Sin embargo, nunca la llegó a enviar. Consideraba que era una injusticia que él, como músico, perdiese la audición.

A pesar de su dolencia, continuó componiendo y generó grandes obras, como la ópera Fidelio, la única compuesta por el artista.