Los misterios de la Gran Pirámide de Guiza suman y siguen. El último descubrimiento, absolutamente fortuito, se ha encontrado en una caja de puros en tierras escocesas, concretamente en la Universidad de Aberdeen mientras la asistente Abeer Eladany revisaba una colección.
Se trata de fragmentos de madera con cinco mil años de antigüedad, algo que podría arrojar más luz sobre esta maravilla del mundo, «un hallazgo sumamente significativo», señalan en la BCC. «Cuando miré los números del registro egipcio, supe de inmediato de qué se trataba. He trabajado en excavaciones en Egipto antes, pero nunca imaginé que sería aquí, en el noreste de Escocia, donde encontraría algo tan importante para el patrimonio de mi propio país», explicó Eladany.
El extraordinario interés que despiertan los secretos del antiguo Egipto y la incesante labor por desvelarlos no cesan. La Gran Pirámide -construida en honor a Khufu, segundo faraón de la IV Dinastía que reinó de 2550 a. C. a 2527 a. C. y a quien Herodoto llamó Keops-, junto a las vecinas pirámides de Kefrén y Micerino, son los monumentos funerarios más destacados del Reino Antiguo, levantadas para enterrar y recordar a los reyes a los que deben su nombre.
Su método de construcción sigue siendo un misterio a día de hoy, al igual que muchas otras incógnitas que aún rodean a los antiguos egipcios. Además de la pasión por parte de los amantes de la egiptología, los expertos que hagan algún descubrimiento destacado saben que su nombre se inmortalizará.