«El tigre y la duquesa» es un thriller que gustará a los aficionados al género y a los que no lo son; a los fans de las novelas policiales y a los que no lo son. Porque la tensión narrativa, de principio a fin, es rotunda y robusta; porque la trama es verosímil y de gran potencia literaria; porque la forma de tratar el tiempo histórico narrativo y los tempos, por parte del autor Jordi Solé, es original y muy asequible para el lector medio.
La novela de Jordi Solé tiene como protagonistas a miembros de la banda criminal conocida como Pink Panthers. Eso ya es atractivo puesto que se trata de un grupo violentísimo que da golpes de enorme envergadura y de una forma estética cercana a lo que se ve en las películas de cine. Pero, además, se mezclan investigadores privados, Mossos d'Esquadra y cajeras de supermercado. La mezcla podría ser una cosa loca y sin pies ni cabeza, pero el autor logra que todo encaje y el disparate se convierte en algo sólido y de exquisita solvencia literaria.
En la Barcelona en la que se comienza a cocer lo que se conoce como procés, uno de los miembros más destacado y perseguido por las policías europeas de los Pink Panthers, planea un golpe a una famosa joyería. Una mujer aparece muerta en una plaza de la Ciudad Condal. Guapa y sonriente. Una agente de los Mossos d'Esquadra que acaba de perder a su compañero durante un tiroteo y a su marido en la cama con otra mujer, tiene que recomponerse para buscar al culpable de lo que parece un asesinato de género. Su compañero, otro policía con la mochila llena de sombras, se una a la fiesta. Y aquí arranca una trama que resulta hipnótica.