Huellas de pie de niños |
14 pisadas que tienen una longitud de 18 centímetros de punta a talón, lo que correspondería a niños de entre seis y siete años. Además, se han detectado varias huellas del talón que no incluyen el resto del pie, por lo que podría tratarse de un juego infantil.
El espacio en el que se han hallado se encuentra en un lugar elevado y muy profundo por lo que los investigadores han tenido que escalar y atravesar varios desniveles. Este espacio se encuentra a unos 300 metros del exterior a la que es "muy peligroso" llegar, por lo que se cree que los niños habrían llegado por otra entrada y que no habitaban en esta zona.
La exploración de las huellas no ha hecho más que empezar. Solo se ha documentado fotográficamente por el "dilema entre investigación y conservación", primando siempre esta última porque al ser de un terreno arcilloso, las huellas se podrían destruir fácilmente.
Los investigadores han remarcado que la prioridad en La Garma es que todo "siga como está" y que por ello no se extrae "absolutamente nada" a no ser que esté en peligro de deterioro. Por ello, trabajarán con técnicas no invasivas como el láser para poder escanear y reconstruir los rasgos anatómicos para deducir el comportamiento de los niños.
Este hallazgo es "uno de los más llamativos" por su importancia científica y porque hay "muy pocas" de este tipo de comportamientos.
De hecho, existen unas en la cueva del Tuc D'Audoubert, en el Pirineo francés, que significativamente son de la misma época a las que se atribuyen las de La Garma. En ella se han encontrado varios rastros de huellas de niños, algunas de ellas de talones. Por este comportamiento se deduce que se trataba de un juego de niños motivado por la curiosidad.
Con este descubrimiento, La Garma se consolida como uno de los sitios más importantes del mundo para conocer el comportamiento humano en el Paleolítico.
A su importante conjunto de arte rupestre, sus suelos y construcciones magdalenienses, se une ahora un testimonio vívido de la actividad de los miembros más jóvenes de aquella sociedad. Así, los investigadores han remarcado que la cavidad es "inagotable", lo que remarca los valores que llevaron en 2008 a la UNESCO a incluirlo en la Lista del Patrimonio Mundial.