En los últimos meses se ha repetido la misma imagen en decenas de vuelos: pasajeros que se niegan a ponerse la mascarilla en el avión, a pesar de estar obligados por la ley. Incluso se ha llegado a las manos en alguna ocasión después de que otras personas hayan querido tomarse la justicia por su mano para que esos "rebeldes" aceptaran las normas.
Ahora, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) quiere poner punto y final a este problema creciente. Ha comenzado a proponer duras sanciones para quienes se nieguen a utilizar la mascarilla durante un vuelo y alcanzan hasta 15.500 dólares, casi 13.000 euros al cambio.
El anuncio viene acompañado de otras medidas como la de prohibir la venta y el consumo de bebidas alcohólicas a bordo de los aviones para evitar "comportamientos rebeldes y peligrosos". Solo desde el 1 de enero se han producido 2.800 incidencias de este tipo en Estados Unidos.
Sanciones más duras
La FAA abrió expediente a varios de esos pasajeros y ha propuesto varias multas. La más alta para un pasajero es de 15.500 dólares para una persona que voló en febrero en un vuelo entre Florida y Las Vegas. El hombre ignoró todas las peticiones de la tripulación para usar mascarilla, más de 10 según los testigos, además de beber varias botellas de alcohol que no se habían servido durante el vuelo.
No es el único pasajero que se enfrenta a duras sanciones. La FAA ha solicitado una multa de 10.500 dólares (unos 8.700 euros) a un pasajero que se fumó un cigarrillo electrónico en el baño y después se negó a ponerse la mascarilla; y otra de 7.500 dólares (6.200 euros) para otro pasajero que se negó en rotundo a usar mascarilla en su vuelo.
La FAA anunció las medidas más duras el pasado mes de febrero, con sanciones que pueden alcanzar los 35.000 dólares (29.000 euros) para los pasajeros que "asalten, amenacen o interfieran" en el trabajo de los miembros de la tripulación. Además, esas personas se enfrentarían a graves acusaciones en los juzgados de Estados Unidos.