A los 30 retablos que atesora el museo de la iglesia de San Esteban se unen ahora otras dos salas dedicadas al arte sacro: por un lado, un espacio centrado en piezas artísticas relacionadas con la Eucaristía ('En memoria mía') y por otro una sala que recoge los bocetos, materiales y obras de Andrés Martínez Abelenda, mientras se explica cómo es el proceso para crear un retablo.
Ambos espacios se han acondicionado durante el tiempo que el Museo del Retablo ha estado cerrado por la pandemia. Con ayuda de Ibercaja y la Fundación Cajacírculo, las dos nuevas salas hacen más intenso el recorrido por este centro ubicado en la parte alta de la ciudad, y para las que se han invertido algo más de 45.000 euros.
Entre las 50 piezas destacadas de la sala dedicada a la Eucaristía sobresale una Última cena de la iglesia de San Juan, de Aranda, del siglo XVI; el Grupo de los Ausines dedicado a los evangelistas; un Calvario de Albillos de marfil; una custodia de plata sobredorada del siglo XIX y que pertenece a la parroquia de San Pedro de la Fuente; una Virgen con el Niño de alabastro, de Tajadura, o un Portapaz del Nacimiento, de Cavia.
En cuanto al espacio sobre el último retablista, el burgalés Andrés Martínez Abelenda, la sala recoge obra sacra y de otra índole, algunas de sus herramientas de trabajo, bocetos, maquetas y un vídeo en el que se explican los oficios que incluye este tipo de decoraciones de las iglesias que se usaban para evangelizar.