El fresco restaurado en la ciudad de Pompeya |
El Parque Arqueológico de Pompeya ha explicado en un comunicado que esta restauración "muy compleja", en la que se limpiaron y retocaron aspectos pictóricos del fresco, incluso con el uso del láser, ha permitido recuperarlo y salvarlo de la humedad que le amenazaba.
La pintura, de colores cálidos y en la que se pueden diferenciar dos partes, representa escenas de caza y motivos egipcios "recurrentes en la decoración de los jardines pompeyanos", pues evocaban "una atmósfera idílica".
Por un lado, la pintura central, más extensa y de colores más fríos, adorna la pared trasera del jardín de la casa con animales salvajes de caza en movimiento. Junto a ella, las escenas de "paisajes egipcios poblados por pigmeos" y por fauna "del delta del Nilo" ocupan las paredes laterales.
Estas representaciones atestiguan "el vínculo y el interés" del dueño de la domus por el mundo egipcio y por el culto a la diosa Isis, particularmente extendido en Pompeya en sus últimos años, hasta ser sepultada por la erupción del Vesubio en el años 79 d.C.
La propiedad de la casa, excavada entre 1913 y 1914, se ha atribuido al magistrado romano Lucius Ceius Secundus, de quien toma su nombre, la "casa de los Ceii", a tenor de una inscripción electoral pintada en la fachada.