Clara Campoamor |
Corría junio de 1909 cuando Telégrafos convocó las primeras oposiciones para personal femenino de su historia. Clara Campoamor tenía por aquel entonces 21 años, había dejado el colegio a los 10 para ayudar a su madre a mantener la economía familiar (muy maltrecha tras la muerte de su padre) y ya había estado trabajando como modista, dependienta, telefonista… Se presentó a las oposiciones de Telégrafos. Y sacó la plaza. Aunque, cinco años después, pidió una excedencia al ganar una plaza de profesora de taquigrafía y mecanografía en el Ministerio de Instrucción Pública. Retomó después sus estudios y se convirtió en la abogada, política, sufragista y escritora que fue.
Han pasado 112 años del primer concurso público de Correos para contratar personal femenino al que se presentó Clara Campoamor. Y la situación ha dado un vuelco completo. Hoy en Correos trabajan más mujeres que hombres: representan el 52,29% de una plantilla compuesta en total por 52.822 efectivos, según los datos al cierre del ejercicio 2020.
Además, ellas son mayoría en los colectivos que aglutinan al 93,36% de todo el personal: superan al número de hombres entre los profesionales de atención al cliente, en el reparto tanto en vehículos como a pie y en la clasificación de envíos. En esos puestos las mujeres suman en total el 52,88%, y se han convertido en la cara visible de Correos ante la sociedad: son ellas las que interactúan con la ciudadanía. Y en las jefaturas intermedias su presencia también es mayoritaria: representan el 51,36%. Hace sólo 10 años únicamente una de cada tres jefaturas intermedias estaba ocupada por una mujer.