lunes, 8 de marzo de 2021

La mujer que cambió la vida de las demás mujeres, trabajó para Correos

Clara Campoamor
La principal artífice del voto femenino, Clara Campoamor, fue muchas cosas: feminista, abogada, escritora, política, una de las principales impulsoras del sufragio femenino en España, la segunda mujer en la historia en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid… Pero, antes de todo eso, fue una de las primeras mujeres en conseguir en un concurso público una plaza de auxiliar telegrafista en España.

Corría junio de 1909 cuando Telégrafos convocó las primeras oposiciones para personal femenino de su historia. Clara Campoamor tenía por aquel entonces 21 años, había dejado el colegio a los 10 para ayudar a su madre a mantener la economía familiar (muy maltrecha tras la muerte de su padre) y ya había estado trabajando como modista, dependienta, telefonista… Se presentó a las oposiciones de Telégrafos. Y sacó la plaza. Aunque, cinco años después, pidió una excedencia al ganar una plaza de profesora de taquigrafía y mecanografía en el Ministerio de Instrucción Pública. Retomó después sus estudios y se convirtió en la abogada, política, sufragista y escritora que fue.

Han pasado 112 años del primer concurso público de Correos para contratar personal femenino al que se presentó Clara Campoamor. Y la situación ha dado un vuelco completo. Hoy en Correos trabajan más mujeres que hombres: representan el 52,29% de una plantilla compuesta en total por 52.822 efectivos, según los datos al cierre del ejercicio 2020.

Además, ellas son mayoría en los colectivos que aglutinan al 93,36% de todo el personal: superan al número de hombres entre los profesionales de atención al cliente, en el reparto tanto en vehículos como a pie y en la clasificación de envíos. En esos puestos las mujeres suman en total el 52,88%, y se han convertido en la cara visible de Correos ante la sociedad: son ellas las que interactúan con la ciudadanía. Y en las jefaturas intermedias su presencia también es mayoritaria: representan el 51,36%. Hace sólo 10 años únicamente una de cada tres jefaturas intermedias estaba ocupada por una mujer.