En la Iglesia ortodoxa comienza el Lunes la Gran Cuaresma, con ayuno y abstinencia, tanto de carne como de derivados lácteos. Son unos días de preparación para la Semana Santa y la Pascua. Durante este periodo los fieles renuevan su devoción y se arrepienten de sus pecados.
La Gran Cuaresma dura siete semanas antes de la Pascua, y termina en la víspera del “Sábado de la Resurrección de Lázaro” (el día anterior al Domingo de Ramos). Sin embargo el ayuno continúa durante toda la Semana Santa hasta la Pascua.
Más de 200 millones de cristianos ortodoxos utilizan un calendario litúrgico diferente al de la Iglesia católica. Esto es debido a que la Iglesia ortodoxa se guía por el antiguo calendario juliano, en vez del gregoriano.