lunes, 29 de marzo de 2021

Senderismo. Cascada de Yegüamea

Cascada de Yegüamea
Partimos del pueblo de
Fuenteodra camino arriba en dirección al Roquedo que se ve encima del pueblo en dirección Norte. Apenas 1 km después hemos ascendido hasta un paso entre las rocas que solo pasa un carro. Justo ahí, tenemos la primera cascada y 50 m. más al oeste (se ve perfectamente si mana agua) la famosa cascada de Yegüamea, con ese nombre tan sonoro como para no verla. Tras ver la cascada y pasar por debajo (es un placer de los sencillos) volvemos hacia el cortado y subimos como encima de la cascada siguiendo unos senderos de ovejas que siguen el cinto de piedra en dirección oeste, (hay un cartel que indica las fuentes y la distancia).

Apenas a 250 m. del paso de la roca se encuentra el manantial (solo en invierno y primavera) de Manapita, llamado así porque mana tanta agua que mueve las piedrecitas del fondo (llamadas pitas, redondeadas por el desgaste del rozamiento de siglos) muy curioso de observar, y agradable sutileza que depara unos momentos de recogimiento, junto a la cascada, de unos 5 m. que se vierte tras su nacimiento hacia el curso del río Odra que pasa a escasos metros.

Pozo de los aceites
Seguimos el sendero hacia el oeste siempre en busca del pozo de los aceites, o de las aceites, que así lo llaman los lugareños. Este pozo totalmente circular se debe al efecto de alguna piedra que quedaría en el hueco y la corriente de agua la hace dar vueltas entorno a la roca desgastándola durante milenios para labrar lo que en Geología se conoce como Marmitas de gigantes.Una chulada. 

Siguiendo 100 m. más siguiendo el río contra la corriente, entramos en un espacio mágico , pues se trata de un circo natural, el mal llamado corral o pozo del corral, porque es gigantesco con 200 m de diámetro, abarca un ángulo de 270º. No sabemos que fuerza natural ha labrado semejante singularidad geológica, puede que un caudal antaño más abundante, puede que una cueva hundida, pero esta el sitio para hacer una película. lo raro es que no haya una ermita en un sitio tan espiritual.