Su perfecto estado de conservación, que permite incluso leer las inscripciones, las identifica como monedas de los periodos de gobierno de los emperadores: Valentiniano I (3 monedas), Valentiniano II (7 monedas), Todosio I (15 monedas), Arcadi (17 monedas), Honorio (10 monedas) y una moneda sin identificar.
Fue el descubrimiento fortuito de ocho monedas por dos personas aficionadas al buceo en apnea, Luis Lens y César Gimeno, lo que activó el dispositivo que tiene la Dirección General de Cultura y Patrimonio para estos casos.
A partir de ese momento, arqueólogos de la UA y los GEAS de la Guardia Civil, en colaboración con el Ayuntamiento de Xàbia, realizaron una serie de inmersiones en la zona que han dado como resultado el hallazgo de las 53 monedas de oro y tres clavos (probablemente de cobre), así como algunos restos de plomo muy deteriorados que, según todos los indicios, podrían pertenecer a un cofre.
Se trata de uno de los mayores conjuntos de monedas romanas de oro hallados en España y en Europa. Se trata de un hallazgo "excepcional" a nivel arqueológico e histórico, puesto que su investigación puede ofrecer multitud de nueva información para comprender la fase final de la caída del Imperio Romano de Occidente.
Los historiadores apuntan a la posibilidad de que las monedas pudieran haber sido ocultadas intencionalmente, en un contexto de saqueos como los que los alanos perpetraban en la zona en esa época. Por ello, el hallazgo serviría para ilustrar un momento histórico de extrema inseguridad con la violenta llegada a Hispania de los pueblos bárbaros (suevos, vándalos y alanos) y el definitivo final del imperio romano en la península Ibérica a partir del 409 d.C.
Las monedas serán restauradas por el Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) y luego pasarán a ser expuestas en el Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco de Xàbia, cumpliendo las condiciones expositivas y de seguridad.