jueves, 16 de septiembre de 2021

Un palacio protegido por la Unesco, es ahora un hotel de gran lujo en Budapest

Matild Palace
Hay que situarse en Budapest, junto al Danubio, en la ciudad dividida en dos, a una orilla y a otra, Buda y Pest. Aquí se fundó la ciudad romana de Aquincum. Y Pest fue el primer centro urbano medieval, devastado en el siglo XIII. Poco a poco, fue recuperándose, y, a partir del siglo XVIII, se convirtió en el espectacular centro urbano desde hace unos años incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

Entre los espectaculares edificios que merecen el elogio de los visitantes está el palacio neorrenacentista de la Academia Húngara (1862), el edificio neogótico del Parlamento (1884-1904), el Puente de las Cadenas (1849) o la avenida Andrássy, comparable a las grandes calles de Viena o París.

Y en este entorno está el Matild Palace, construido en 1902, en la Belle Époque, como centro social de la ciudad bajo el patrocinio de la Princesa María Adelaida Amalia Clotilde de Sajonia-Coburgo y Gotha. Dicen que fue ella quien primero soñó el plan de levantar dos palacios gemelos junto al puente de Elisabeth. Al cabo, los arquitectos Korb y Giergl, autores también de la Academia de Música Ferenc Liszt, concretaron el diseño de esos palacios neobarrocos.

El Palacio Matild, que forma parte de la zona protegida por el Patrimonio Mundial de la Unesco, ha estado cinco años de obras y acaba de abrir al público transformado en hotel de lujo bajo la marca Luxury Collection Hotels. 

Baño de la suite real María Clotilde
El Matild Palace tiene 111 habitaciones y 19 suites con vistas a la ciudad o al Danubio. Todas ellas recuerdan el estilo de vida de su inspiradora, Clotilde de Sajonia, en en el Budapest de principios del siglo XX. Todas las habitaciones tienen más de cuatro metros de altura y homenajean la cultura húngara con cabeceras delicadamente elaboradas a mano, suelos de parqué con diseño tradicional de espina de pez y lujosos baños de estilo spa inspirados en los conocidos baños termales de Hungría.


En el nuevo hotel merece la pena destacar dos suites: la suite de la Torre de la Corona, dividida en tres plantas, que cuenta con una torre de 48 metros de altura con vistas 360 grados de la ciudad, y la suite real María Clotide, con un amplio dormitorio principal, un baño, una sala de estar y un estudio separado, decorados con lámparas de araña y mosaicos de cristal hechos a mano.