Laberinto del Hombre Verde |
El encargado de alzarlo fue el artista local David Eveleigh, quien se inspiró en esquemas de geometría sagrada. A lo largo de sus caminos flanqueados de tejo y haya, se esconden estanques, jardincillos secretos, parterres de lavanda, bancos esculpidos y túneles. Al final, como parte del misticismo que lo envuelve, se llega a una roca de los deseos situada en el centro de un jardín de flores silvestres. Un laberinto mágico que parece habitado por hadas.