En 1930, el escritor e intelectual Azorín descubrió un engaño que se había propagado a lo largo de casi 60 años: la vida y las obras del arzobispo español Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos, habían sido adulteradas.Basada en hechos reales, descubre el recorrido de esa investigación que lleva a conocer la historia, pensamiento y auténticos hechos que llevaron a la acción al que fue arzobispo de Cuba y posteriormente, confesor de la Reina Isabel II.
Realizada con motivo del 150 aniversario de la muerte del Padre Antonio Claret, se realiza una exhaustiva biografía de este santo, sin duda una de las figuras históricas más destacadas de nuestro país en el pasado siglo XIX.
La película describe muchísimos pormenores de su ajetreada vida, desde la impagable labor que realizó como arzobispo de Santiago de Cuba,donde intentó mejorar las condiciones de vida de los esclavos negros, hasta su labor pastoral que le llevó a la fundación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (1849) y de la Congregación de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas (1855) además de realizar una importante contribución como presidente del Monasterio de El Escorial (1859-1868), donde fundó una comunidad de eclesiásticos, un seminario y un colegio de segunda enseñanza.
A pesar de su indudable carisma y admirable trayectoria, el convertirse durante años en el confesor, y amigo, de la reina Isabel II se tradujo en que al padre Claret le persiguiera una particular leyenda negra impulsada por el radical Salustiano Olózaga, un adversario tremendamente peligroso.
El director Pablo Moreno, ahora mismo el mejor cineasta de cine religioso de España, responsable entre otras de Un Dios Prohibido, sobre martirio por la fe, ha mejorado, desde sus primeras películas, la calidad técnica de sus producciones, pero sigue siendo riguroso al recrear la vida de santos de forma amena. Con Claret ha tenido una gran dificultad, suponemos, el guión por la vida tan repleta de acontecimientos que tuvo el santo.
El actor Antonio Reyes encarna al protagonista con acierto mientras que Carlos Cañas encarna a Azorín, puesto que el famoso escritor fue quien en el año 1930 descubrió un engaño que se había propagado a lo largo de casi 60 años: habían sido adulteradas la vida y las obras del arzobispo español Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos.