El Gobierno de Italia implantará la obligatoriedad del green pass contra la COVID-19 para empleados públicos y privados desde el 15 de octubre.
La intención del Ejecutivo italiano es ampliar la vacunación antes de la llegada del invierno y una eventual nueva ola de contagios. Según el primer ministro, Mario Draghi, el fin es que en unas semanas Italia alcance unas cotas de personas inmunizadas tan altas que el país entre en una "zona segura".
Actualmente, más de 39 millones de italianos cuentan con la pauta completa de vacunación contra la COVID-19 pero, si con la llegada del invierno las cifras se deterioran a pesar de la imposición del certificado, el Gobierno considerará la imposición de la vacunación obligatoria.
El green pass también será obligatorio para todos los cargos electos italianos. Asimismo, el Ejecutivo italiano ha previsto la imposición de multas económicas para los empleados que no cumplan con la medida e, incluso, la suspensión de empleo hasta que no se vacunen.