sábado, 10 de abril de 2021

Un escritorio del siglo XVII, pieza del mes en el Museo de Burgos

Un escritorio del siglo XVII tallado en madera y hierro y con detalles en hueso, además de poseer decoraciones en dorado y diferentes policromías, fue el elemento artístico elegido en abril por el Museo de Burgos.

Se trata de una pieza de 152 centímetros de alto, 109 de ancho y 42 centímetros de profundo que se exhibe en la Sección de Bellas Artes del museo provincial.

En cuanto a la cronología, el escritorio se sitúa en el siglo XVII, época de mayor esplendor de estos muebles. El origen de este modelo concreto se ubica en Salamanca, uno de los principales núcleos de fabricación de mobiliario decorativo y vistoso.

El mobiliario que el Museo de Burgos distingue en abril está fabricado con tablones lisos de nogal, sobre los que destacan herrajes decorados.

La pieza exhibida consta de dos partes: la superior y la inferior, que actuaría de soporte y se denomina taquillón o credencia.

Ambas zonas cuentan con puertas y cajones tallados y decorados con distintas policromías o en color dorado. Sin embargo, mientras el área exterior del mueble es relativamente austero, el interior del elemento está ricamente decorado y adornado.

Abrir la tapa de este escritorio es como descubrir un tesoro. Toda la superficie interior está cubierta de decoración tallada y dorada y cuenta con multitud de gavetas y puertecillas que forman una estructura de columnas y relieves. La pieza combina madera y hueso esculpidos, además de añadir detalles en dorado y policromado.

Esta abundancia de color y elementos decorativos de la pieza demuestra que la obra es un modelo típicamente barroco. Por otra parte, el soporte o taquillón del mueble tiene una decoración parecida, aunque menos prolija y con motivos de mayor tamaño que la superior, según indicaron hoy fuentes de la Junta de Castilla y León.

La decoración de las viviendas rebela información sobre los habitantes de las mismas y la sociedad en la que viven. Los muebles son elementos funcionales y decorativos que llenan estas estancias desde la Antigüedad, preservándose algunas piezas desde esa época y cayendo otras en desuso.

En el caso de los escritorios, este tipo de muebles es común de los siglos XVI y XVII en la zona de Castilla y León.

Sin embargo, antes de que los escritorios y su uso se extendieran, las arcas eran uno de los muebles principales de la Edad Media, dada su versatilidad y su facilidad para el transporte.

La finalidad de estos elementos, fabricados con diferentes materiales, dimensiones y para distintos usos, era la del almacenamiento; aunque también sirvieron como asientos, mesas e, incluso, camas.

A partir del siglo XV, el diseño de las arcas continúa su adaptación y comienzan a elaborarse los escritorios, cuya función era guardar documentación con una superficie adecuada a la escritura y con la comodidad de poder cerrarse para su transporte y la seguridad de los documentos contenidos, según concluyeron.