Una de las tumbas |
Las excavaciones dirigidas por Sayed Al-Talhaw en la zona de Kom al Giljan, en la provincia de Daqhliya, han descubierto 68 tumbas de la civilización del Bajo Egipto, cuya capital era la ciudad de Buto y que posteriormente se unificó al reino del sur, dando comienzo a la primera Dinastía egipcia (ca. 3100 a.C - 2900 a.C).
Otras cinco tumbas pertenecen al periodo Naqada III, también predinástico, y otras 37 han sido datadas en la época del dominio de los Hicsos, en el Segundo periodo intermedio (ca. 1800 a. C. a 1550 a. C.). Este descubrimiento es una importante aportación histórica y arqueológica al lugar, donde los arqueólogos siguen revelando más secretos.
Vasija decorada |
Las cinco sepulturas que se remontan al período de Naqada III también eran pozos ovales y en las excavaciones se ha encontrado un conjunto de objetos funerarios destacados de este período, como vasijas cilíndricas y en forma de pera, decoradas con dibujos y formas geométricas.
Nadia Khader, jefa de la Dirección Central del Bajo Egipto en el Consejo Supremo de Antigüedades, señaló que de las otras 37 tumbas del periodo de los hicsos, 31 eran pozos semirrectangulares con profundidades de entre 20 y 85 centímetros. Estos enterramientos se caracterizan por yacer los difuntos tumbados, con la cabea hacia el oeste y hacia arriba. Se ha encontrado un sarcófago de cerámica de un niño y dos tumbas de ladrillo de barro para niños, con algunos objetos funerarios.
La misión halló también un conjunto de hornos y estufas y restos de cimientos de adobe, así como vasijas de cerámica, amuletos y escarabajos, algunos de los cuales estaban hechos de piedras semipreciosas, y joyas como aretes.