sábado, 24 de abril de 2021

Paloma Díaz-Mas entra en la RAE y se convierte en la 12ª mujer académica

Paloma Díaz-Mas
La escritora y lingüista Paloma Díaz-Mas (Madrid, 1954) ocupará la "silla i minúscula" de la Real Academia Española, vacante desde la muerte de Margarita Salas, el 7 de noviembre de 2019. Díaz-Mas se ha impuesto a la lingüista Dolores Corbella, la otra candidata propuesta por los académicos para la votación. Cuando tome posesión, será la decimosegunda mujer con plaza en toda la historia la Academia y la octava en activo.

La nueva académica pertenece a las dos grandes familias profesionales de la RAE: la de la literatura y la de la lingüística. Por un lado, Díaz-Mas tiene una extensa carrera como investigadora universitaria. Estudió Filología Románica y Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y se doctoró en 1981 con una tesis sobre la poesía luctuosa sefardí que dirigió el académico Manuel Alvar López. Después, investigó e impartió docencia en el CSIC y en la Universidad del País Vasco, donde alcanzó la categoría de catedrática. La literatura medieval castellana, la tradición cultural judeoespañola y el vínculo entre las comunidades sefardíes y España durante el siglo XIX han sido sus principales campos de estudio. Una buena parte de ese trabajo está sintetizado en el manual Los sefardíes: Historia, lengua y cultura, de 1986.

Además, Paloma Díaz-Mas es escritora y tiene obra publicada desde 1973. En su currículo hay libros de ficción, una pieza de textos biográficos y una obra de teatro. De todas sus obras, la que tuvo más repercusión fue El sueño de Venecia (Anagra; Premio Herralde 1992), una novela histórica que perseguía a un cuadro desde el siglo XVII hasta el Madrid de posguerra.

En esa época, Díaz-Mas era parte de un momento de regreso al orden en la narrativa española. El público y la crítica volvía a apreciar el placer de la narración por encima de la tensión artística o de la experimentación. A lo largo de los años, la nueva académica exploró nuevos caminos y se adentró en una literatura más íntima y basada en la memoria. El viaje la ha llevado hasta El pan que como (Anagrama, 2020), su último libro, un texto hecho de evocaciones culinarias que se convertían en claves vitales.