martes, 20 de abril de 2021

Briviesca vuelve a suspender Santa Casilda y La Tabera

Santuario de Santa Casilda
Los tableros, las paellas y la romería deberán esperar otro año más, ya que Santa Casilda y la Tabera tampoco se celebrarán en 2021. La suspensión de una de las fiestas briviescanas más deseadas era una noticia esperada, aunque el Ayuntamiento se ha mantenido prudente y ha apurado hasta el último momento para anunciar la decisión con la esperanza de que la situación sanitaria mejorase. Sin embargo, con el ambiente actual y con el interior de la hostelería cerrado, «resulta inviable».

La posibilidad de modificar la fecha de ambas festividades no se ha contemplado, aunque desde el equipo de gobierno sí barajan la posibilidad de celebrar una misa el domingo 9 de mayo, coincidiendo con Santa Casilda, y una pequeña recepción de las reinas de las fiestas, nombradas en 2019. Lo que queda descartado por completo al «carecer de sentido» es festejar la rogativa de la Tabera el martes 11 de mayo. El Consistorio «no se lo ha llegado a plantear», ni siquiera en la calle, ya que «resultaría imposible garantizar la seguridad de las personas y acotar los espacios».

Los vecinos, cansados, pero a la vez conscientes de que la incidencia acumulada en la ciudad -de 455,79 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, que hace que se sitúe en riesgo extremo por contagios de coronavirus- coinciden en opiniones. «Lo más coherente es que no se festeje nada. Existen motivos de peso totalmente justificados para tomar tal decisión. Lo importante es frenar la pandemia y después ya habrá tiempo de fiestas y jolgorios», declara a DB María del Carmen. «Lo primero es la salud y debemos cumplir con las restricciones para que esta pesadilla termine cuanto antes», testifica un jovencito con ganas de salir por la noche.

Juego de "La Taba"
Ambos eventos convocan a muchísima gente de la localidad y de fuera. La Tabera, a la que acuden autoridades nacionales, autonómicas y provinciales, mantiene sus peculiaridades características desde 1794, fecha en que la corporación briviescana rogó la ayuda de Santa Casilda para frenar una devastadora epidemia. Una vez finalizan los actos religiosos y la tradicional comida campestre, los bares de Briviesca instalan sus mesas de juego y la fiesta se alarga hasta casi el amanecer.

Para los ‘peques’. La pasada edición se sorteó el confinamiento domiciliario con una propuesta digital de la mano de la Concejalía de Deportes del municipio. En ella se animaba a los briviescanos a elaborar el plato por excelencia de la fiesta de la Tabera: la paella, pero en casa. Los concursantes debían enviar una fotografía para entrar en un sorteo de premios.

Este año tampoco habrá una romería oficial hasta Santa Casilda, ni paellas populares ni juego, pero el Consistorio propone a los más pequeños participar en una actividad aventura llamada En busca de la taba de oro, una jornada de orientación para niños en el entorno del santuario. Los equipos participantes han de estar formados por tres o cuatro integrantes y uno o dos adultos acompañantes como responsables.