El sistema electoral estadounidense es algo particular. Los ciudadanos votan realmente a unos “electores presidenciales”. Son 538 electores presidenciales, quienes a su vez eligen al nuevo presidente de los Estados Unidos. El candidato necesita al menos 270 votos para ser elegido.
Previamente a las elecciones, los candidatos de cada uno de los dos partidos (Republicanos y Demócratas) han tenido que ser elegidos antes en unas primarias realizadas entre el 1 de febrero y junio de 2020. Los candidatos presidenciales de cada uno de los dos partidos se someten también a un proceso de elección indirecta. Los votantes en cada Estado emiten sus votos por una lista de delegados, que a su vez son los que eligen al candidato presidencial de su partido.
A diferencia de otros países, en los Estados Unidos se celebran las elecciones en un día laborable. La fecha elegida es siempre el martes comprendido entre el 2 y el 8 de noviembre.
