Las Brujas supone otra traslación cinematográfica afortunada de una novela de Roald Dahl. El encargado de llevarla a buen puerto ha sido el veterano Robert Zemeckis, un director a quien se le recuerda fundamentalmente por Forrest Gump o Náufrago, donde colaboró con su actor fetiche Tom Hanks, pero a quien siempre ha agradado el cine fantástico, buena prueba de ello son Regreso al futuro, Polar Express o su delicioso Cuento de Navidad.
En Las Brujas, un candoroso huérfano de ocho años deberá enfrentarse junto con su valiente abuela a unas brujas de apariencia glamurosas, pero que son terriblemente maléficas, tanto es así que se marcan como objetivo destruir a los seres que más odian: los niños.
Con un humor negro, y alguna imagen terrorífica rozando la pesadilla que no parece indicada para menores de 7 años, se trata de un relato lleno de fantasía y de momentos divertidos, donde contemplamos la verdadera naturaleza demoníaca que tienen esas criaturas, donde brilla la actriz Anne Hathaway encarnando a la Gran Bruja. El contraste con la abuela del protagonista, una mujer creyente encarnada por Olivia Spencer, es de antología y brinda duelos interpretativos brutales.
Zemeckis, que fue un pionero del cine en 3D, ofrece una propuesta fantástica donde están plenamente integrados personajes digitales, en este caso ratoncitos, con la imagen real, y donde los efectos especiales en la cara de Anne Hathaway son espectaculares, sobre todo en la boca. La actriz también ha hecho un buen trabajo con el acento, que imita el de alguien de los países del Este de Europa, tanto es así que merece la pena que la escuchen en versión original
Aunque el relato original de Dahl, publicado en 1983, transcurre en Reino Unido, esta nueva versión del clásico se traslada a los años 60 al estado de Alabama, en Estados Unidos. La oscuridad del relato puede deberse a que en el guión ,además de Zemeckis y Kenya Barris, colaboró Guillermo del Toro, a quien le van ese tipo de historias.