Puerta de Santa María |
El objetivo es acoger a las personas que llegan a la Catedral en actitud de peregrinación. Es una acogida que quiere recordar el propio bautismo, y que el Año Jubilar no es solo recordar un evento o hecho histórico que tuvo lugar en el pasado, sino actualizar el significado que tuvo en su momento el levantar un templo para Dios.
De esta forma, puntualmente a las 19 horas, la Puerta del Perdón se abre para dar paso a todas aquellas personas que quieran lograr el jubileo. Desde el mes de noviembre son 745 las personas que se han acercado hasta el templo burgalés para participar en este solemne acto.
Durante los primeros días, el evento empezó con "fuerza", recibiendo un amplio número de visitantes, sin embargo a mediados de noviembre, pocos días después de iniciarse el Año Jubilar, la alta incidencia de casos positivos por COVID-19 en Burgos obligó a suspender este acto, debido a las restricciones impuestas por la Junta. En ellas se limitaba el aforo en los lugares de culto a un tercio del total, nunca pudiéndose superar las 15 personas. Por esta razón, y por precaución, el Cabildo de la Catedral decidió suspender este año, que no pudo retomarse hasta el 9 de diciembre.
La situación de pandemia hace que el planteamiento del Año Santo haya tenido que adaptarse a las circunstancias. Una situación que ha afectado al "conteo de peregrinos" que llegan a la ciudad, en gran parte por las limitaciones de movilidad. Por ello, en su mayoría, son ciudadanos de Burgos los encargado de recibir el jubileo.
Dependiendo del día de la semana varía mucho el número de asistentes, porque algunos días la gente, curiosa al escuchar las campanas, se acerca para ver en qué consiste este acto. Además, las vacaciones de Navidad y el mercado navideño situado en la Plaza del Rey San Fernando han provocado que durante estas últimas semanas se vean más perfiles de familias con niños.