jueves, 21 de enero de 2021

Descubren una tumba de un niño enterrado con su perro en la Galia romana hace 2.000 años

Imagen de la tumba
En una excavación preventiva del aeropuerto de Clermont-Ferrand en el centro de Francia, un equipo de arqueólogos ha descubierto un entierro «excepcional» con los restos de un niño de 2.000 años de antigüedad junto a ofrendas de animales y lo que parece haber sido su mascota: un cachorro de perro.

Tras el análisis de los restos del hallazgo, que se ha producido en los márgenes de un asentamiento galo-romano, los especialistas han determinado que pertenecen a un niño de apenas un año de edad que murió durante la época augusto-tiberiana, es decir, en las tres décadas posteriores al nacimiento de Jesucristo.

A los pies del pequeño, un cachorro con un collar adornado con unos quince apliques de bronce y una campana. Y otro resto conmovedor: un diente de leche de un niño mayor, que los arqueólogos indican podría haber pertenecido al hermano del fallecido. Además, varios efectos personales acompañaron al niño en el sepulcro: una especie de alfiler ornamental de cobre usado para sujetar una mortaja y un pequeño aro de hierro asociado a una varilla de metal.