lunes, 31 de enero de 2022

Cine. "En un muelle de Normandía", de Emmanuel Carrère

La dignificación de los invisibles, así podría titularse la crítica de este drama social que acerca a primer plano el poco reconocido trabajo de las limpiadoras a las que eufemísticamente denominan, en alguna agencia de colocación, como "operarias de mantenimiento".

El escritor francés Emmanuel  recientemente galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021, dirige su segundo largometraje de ficción trasladando libremente a la gran pantalla la novela autobiográfica de la periodista francesa Florence Aubenas "Le Quai de Ouistreham", en el que una escritora se hace pasar por limpiadora para realizar una investigación sobre la inseguridad laboral.

Así Marianne Winckler oculta su identidad, y falsea datos de su currículum, para conseguir un trabajo de limpiadora en un pueblo de Normandía, con el objetivo de vivir desde dentro los problemas del desempleo que conduce a las mujeres más humildes a aceptar trabajos precarios donde cuesta ganar cada euro. En esos trabajos, tan duros y mal pagados, descubre, sin embargo, el compañerismo y la ayuda mutua.

Drama emotivo donde se reflejan los problemas de "no ser nadie", como afirma la protagonista, y lo que es más grave: no importar a nadie, lo que conlleva la obligación de soportar tratos vejatorios de jefas exigentes y, en ocasiones, explotadoras. La película, narrada con el ritmo adecuado para describir a esas mujeres sencillas, posee una patina de autenticidad gracias a la maravillosa actuación de la estrella del cine Juliette Binoche, verdadero artífice para que se hiciera este film, que se atreve a salir durante todo el metraje de la película con la cara lavada, y sin maquillaje, para dar autenticidad a su personaje: nunca estuvo tan bella. Su gran interpretación resulta toda una inspiración para las interpretes no profesionales que la rodean y mantienen el tipo, el es caso de Hélène Lambert, que encarna a una madre joven, con tres niños pequeños a su cargo, a quien la dureza de la vida la ha convertido en una mujer áspera, que lucha todos los días por llevar el sustento a su hogar monoparental, y que se ve obligada a trabajar en tres o cuatro lugares para lograrlo.

La película es un canto a las mujeres desfavorecidas, valientes y fuertes, que se dedican a trabajos subalternos para sacar adelante a sus familias.