Hay lugares en la Tierra que sorprenden por su belleza natural y por el embrujo que ejercen sobre cuantos los admiran, y otros rincones cuya peculiaridad logra despertar sensaciones y sentimientos contrapuestos. En esta última categoría deberíamos incluir el pozo de Darvaza, un cráter artificial en pleno desierto de Karakum, cuya lengua de fuego quema en su interior de forma ininterrumpida desde hace más de cuatro décadas.
La espectacularidad de la estampa, que arroja colores sorprendentes en medio de la nada, le ha valido el sobrenombre de la "Puerta del Infierno". Y es sobre el origen de este singular agujero humeante que alcanza los 69 metros de diámetro y los 30 metros de profundidad planean muchos interrogantes.
Un cráter provocado por el hombre
La gran pregunta es ¿cómo llegó a formarse un infierno de fuego en medio de un desierto del norte de Turkmenistán? Para responder a esta cuestión debemos remontarnos a 1971 cuando este país, vecino de Uzbekistán, Afganistán e Irán, enclavado en plena ruta de la seda, formaba parte de la desaparecida Unión Soviética.
En aquellos tiempos, todo indica que una expedición de geólogos en plenas tareas de prospección petrolífera sobre una cueva subterránea de gas metano sometido a alta presión provocó por accidente su derrumbe y, posteriormente, el colapso de la roca, abriendo una serie de cráteres por los que escapaba el gas.
Con el fin de paliar los efectos de la propagación del metano en el entorno, las autoridades decidieron prenderle fuego, una medida que en su opinión debía acabar en poco tiempo con el problema. Sin embargo, sus cálculos no tuvieron en cuenta la cantidad de gas acumulado en el subsuelo y, 49 años después, el combustible sigue alimentando las llamas y manteniendo el cráter convertido en una surrealista hoguera en medio del Karakum, como un lugar de otro planeta.
El desierto y el pozo, a pocos kilómetros de la aldea de Darvaza, se ha convertido un una atracción turística en una zona de difícil acceso en un país que mantiene restricciones de entrada. Los extranjeros que desean acercarse hasta la "Puerta del Infierno" pueden hacerlo contratando un tour in situ o bien como una de las visitas de un viaje organizado a esta región.
Si tu deseo es visitar el pozo, no esperes encontrar mucha información al respecto. A pesar de que es uno de los atractivos de la zona, las autoridades de Turkmenistán no promocionan esta parte del desierto. Sí lo hacen, en cambio, de algunas de las grandes maravillas del país, como sus tres sitios declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco: el parque nacional histórico y cultural de la antigua Merv, la ciudad oasis mejor conservada de la ruta de la seda en el Asia Central; Kunya-Urgench, la que fuera capital de la región de Khorezm en tiempos del imperio aqueménida, y las fortalezas partas de Nisa.