¿Has notado alguna vez que los lápices que solemos utilizar tienen forma hexagonal? Este no es un detalle estético irrelevante, esa estructura particular sirve para evitar arruinar permanentemente los diseños que se están creando, de modo que vamo a a ver el porqué de los lápices hexagonales y quién es el responsable de esa forma.
La razón por la que los lápices son hexagonales
Todos hemos usado regularmente un objeto en casa o en nuestra vida cotidiana sin preguntarnos por qué fue diseñado de esa manera. Y uno de esos objetos se encuentra entre los más utilizados tanto en el colegio como en la oficina. No estamos refiriendo a los lápices, ¿Quién no los usa todos los días ni siquiera para anotar una pequeña nota? Lo que sólo unos pocos han notado es que tienen forma casi hexagonal pero siempre han creído que era una cuestión estética.
Lo cierto es que esa estructura en particular te permite utilizarlos a la perfección. Son especialmente los lápices producidos con fines profesionales los que presumen de esta forma y la razón es muy simple: los lápices hexagonales garantizan un perfecto agarre, para que la mano no se resbale durante la elaboración del dibujo, dañándolo permanentemente.
Por otro lado, es gracias a la forma hexagonal de los lápices que evitamos que estos acaben rodando si los dejamos un momento encima de la mesa, y más en una que sea de trabajo o para dibujo técnico que es posible que estén ligeramente inclinadas. Si nuestro lápiz de dibujo fuera completamente redondo, acabaría rodando hacia abajo, algo que evita precisamente el hecho de tener lados definidos en esa forma hexagonal.
Por último, la forma hexagonal de los lápices vendría también condicionada por el hecho de que a la hora de guardarlos o almacenarlos, permite que todos encajen entre sí, lo que nos sirve para poder ahorrar el mayor espacio posible.
Origen en el siglo XVIII
Ahora ya sabemos el porqué de la forma hexagonal de los lápices, pero debemos saber también que a pesar de su sencillez (una barra de grafito envuelta en madera), el lápiz se inventó «recientemente» si tenemos en cuenta que una primera versión moderna se fabricó en Francia en 1795, aunque los primeros prototipos datan del siglo II a mediados del siglo XVI.
En cuanto a la característica forma hexagonal, fue concebida por el fabricante de lápices estadounidense Ebenezer Wood en la década de 1920, y pronto fue reconocida como la más práctica y, por lo tanto, se extendió rápidamente por todo el mundo.