Oslo es la capital de Noruega, con una población de 673 469 habitantes, aunque si sumamos el área metropolitana, la población asciende a 1.546.706 habitantes. Con una superficie total de 454 kilómetros cuadrados y una altitud promedio de 23 metros sobre el nivel del mar, es una ciudad sorprendente.
Origen
El origen de Oslo se remonta al año 1048 d.C de la mano del rey Harold Hadrade. Sin embargo, siguió teniendo un papel secundario a nivel nacional debido al auge de Bergen y Nidaros (actual Trondheim). Oslo pasó a ser la capital de Noruega en 1314, aunque perdió su estatus de capitalidad cuando Noruega se unió con Dinamarca.
Gracias a la exportación de madera y al comercio marítimo, Oslo vivió su mayor época de crecimiento a nivel demográfico y económico en el siglo XVIII. Recuperó su categoría de capital, y en el siglo XIX se construyeron muchos edificios públicos, como el Teatro Nacional o el Palacio Real.
De dónde viene el nombre de Oslo
Los primeros registros del nombre Oslo datan del siglo XVI, y aparece en algunos mapas. En 1624, un gran incendio destruyó buena parte de la ciudad medieval. El rey Cristián IV de Dinamarca y Noruega bautizó la nueva ciudad como "Christiania". Aunque este nombre nunca se llegó a aprobarse de forma oficial, se tomó como válido. El nombre de original de Oslo fue recuperado en 1924, y se hizo efectivo a partir del 1 de julio de 1925.
Nivel de vida en Oslo
La capital noruega es una de las ciudades más caras y con un nivel de vida más alto a nivel global. Por ejemplo, una botella de agua vale 2,40 euros, un helado 6,50 euros y un billete sencillo de transporte público 3,60 euros.
En lo que respecta a los monumentos de la ciudad, el edificio más importante es la Ópera Nacional, inaugurada en el año 2008. La calle principal de Oslo es Karl Johans Gate, que conecta el Palacio Real con la estación central. Hay multitud de tiendas, bares y restaurantes en ella.
Palacio Real de Oslo |
El principal templo religioso de Oslo es la Catedral, construida a finales del siglo XVII. Todavía se conservan algunos elementos originales, como el órgano, el púlpito y el retablo.
El Palacio Real es un edificio impresionante, aunque el interior sólo se puede visitar en los meses de verano.