El que es uno de los emblemas de la capital londinense lleva varios años de reformas y aunque el tejado de la torre vuelve a ser visible tras más de cuatro años oculto por los andamios que se instalaron para su rehabilitación, no será hasta el segundo trimestre del 2022 cuando se termine el proyecto.
Fue en 2017 cuando los artesanos comenzaron con los trabajos para restaurar su empedrado, pintar las cuatro esferas y el herraje, pero los tiempos se fueron alargando debido no solo a la pandemia, sino también a que los daños causados por una bomba de la II Guerra Mundial eran más graves de lo que se pensaba, contratiempos que incrementaron considerablemente el presupuesto. En un primer momento se presupuestaron 61,1 millones, cifra que ha ascendido hasta los 80 millones de libras (unos 93 millones de euros al cambio).
Una de las cosas que más llama atención del reloj, que ya es visible, es el tono de sus agujas y números que ya no son negros, sino que han recuperado su color original, el azul prusiano. La tonalidad oscura era fruto de la contaminación.
La torre del reloj del "Palacio de Westminster" es, sin duda, el edificio más representativo de la ciudad de Londres. La construcción actual es parte del diseño de Charles Barry para el nuevo palacio de estilo neogótico, después de que el viejo quedara destruido por un incendio en octubre de 1834. Sin embargo, para el diseño de esta gran torre de 96,3 metros de altura se recurrió a Augustus Pugin. Su parte principal está construida con ladrillos de color arena y revestimiento de piedra caliza, mientras que el resto tiene una estructura de aguja de molde de hierro. Esta se asienta sobre una base de hormigón a 4 metros bajo el nivel del suelo. Los cuatro relojes están situados a 55 metros de altura y el conjunto tiene un peso próximo a las 8.667 toneladas.
La gran campana de su interior dio muchos quebraderos de cabeza a sus creadores. La fundición de John Warner & Sons, situada cerca de Stockton-on-Tees, fue la encargada de construir su primera versión en agosto de 1856. Su traslado a Londres fue todo un espectáculo ya que este gigante llegó hasta la torre en un carruaje tirado por 16 caballos blancos. Para conseguir un gran sonido se instaló un enorme martillo, pero su peso era excesivo lo que hizo que el 17 de octubre de 1857 apareciera una grieta de 1,2 metros. Así, la campana se quitó y se volvió a fundir en la Whitechapel Bell Foundry, situada al este de Londres.
La nueva versión, que se instaló en abril de 1858, pesaba 13,5 toneladas, 2,5 toneladas menos que la primera. Pero, esta segunda opción también se agrietó. En esta ocasión, en lugar de retirarla hicieron las reparaciones pertinentes para evitar que la grieta se ampliara y cambiaron el martillo por uno más ligero. El Big Ben sonó por primera vez el 11 de julio de 1859, pero el éxito duró poco. Volvió a sonar en septiembre y luego permaneció en silencio durante un tiempo hasta que se dio con una solución para los problemas que planteaba. Hasta entonces fue una de las campanas que marcaban los cuartos la que sonó cada hora. Por su parte, el gran reloj fue fabricado por Edward John Dent y su hijastro Frederick Dent, reconocidos relojeros de la época, y se puso en marcha, por primera vez, el 31 de mayo de 1859.
Curiosidades del Big Ben
- Cuando se habla del Big Ben todo el mundo se refiere a la "Torre del Reloj" en sí, pero lo cierto es que esta denominación no es correcta ya que "Big Ben" es el nombre de la campana que se encuentra en el interior de la torre. En 2012, la torre fue bautizada con el nombre de Elizabeth con motivo del 60 aniversario de la coronación de la reina Isabel II de Inglaterra
- El Big Ben es el reloj de cuatro caras más grande del mundo. Cada una de ellas tiene un diámetro de 7 metros y están formadas por 312 piezas de cristal. El minutero mide 4,3 metros y el horario 2,8 metros.
- Todas las caras del reloj llevan una inscripción en latín hecha con oro que dice: «Domine salvam reginam nostram victoriam priman», lo que viene a decir: "Señor mantén a salvo a nuestra reina Victoria I".
- Para llegar hasta el reloj los trabajadores tienen que subir 334 escalones, pero en esta última reforma se ha dotado a la torre de un ascensor.
- El cambio de hora de los relojes requiere de cinco horas de trabajo, una tarea que es llevada a cabo de noche por cinco profesionales.
- La torre está inclinada unos 46 centímetros. Se calcula que se ha ido torciendo un milímetro cada año hacia el noroeste. Esto es debido a las irregularidades del terreno y a los túneles que pasan por debajo.
- Existen diferentes teorías sobre el origen del nombre Big Ben. Por un lado, se dice que es un homenaje a Benjamin Hall, el Primer Comisionado de Obras cuyo nombre está grabado en la campana. Por otro, se especula que podría ser un reconocimiento a Ben Caunt, campeón británico de peso pesado en 1850.
- El interior de la torre no está abierto a los turistas, solo pueden visitarlo los residentes británicos y para ello deben solicitar un permiso con bastante antelación.
- Además de la gran campana hay otras cuatro más que marcan el cuarto de hora. Para ello tocan una melodía conocida oficialmente como Campanadas de Westminster y que viene de una famosa aria del compositor George Frideric Handel, 'I know that my redeemer liveth' (Sé que mi redentor vive), de la obra El Mesías.
- La puntualidad de este reloj se debe al uso de monedas. Para ajustar la velocidad del péndulo, que hace girar los engranajes, se colocan peniques en su parte superior, lo que altera su centro de masa. Esto tiene el efecto de incrementar la velocidad del reloj 2/5 de un segundo en un periodo de 24 horas. Cuando necesitan que vaya más lento solo tienen que quitar los peniques.
- La torre se ha sometido a cuatro reparaciones más en las décadas de 1930, 1950 y 1980, pero la iniciada en 2017,en la que están trabajando cientos de artesanos, ha sido la más completa y compleja .
- El 30 de enero de 1965 y el 17 de abril de 2013 la campana se mantuvo en silencio por los funerales de Winston Churchill y Margaret Thatcher.
- En la Nochevieja de 1962, debido a las fuertes heladas y a la nieve, las campanas sonaron 10 minutos más tarde de la medianoche.
- El 27 de julio de 2012 las campanas repicaron treinta veces a las 8:12 h. de la mañana para inaugurar la 30º edición de los Juegos Olímpicos.