Brañosera |
En un principio sólo fueron cinco familias, pero el acto tuvo una importancia extraordinaria, ya que nunca antes un plebeyo había poseído tierras en la península. El proclamado Fuero, que otorgaba derechos de ciudadanía y propiedad mancomunada a todos los ciudadanos de Brañosera y a sus descendientes, no sólo supuso una auténtica revolución social en la época, sino que se convirtió, sin pretenderlo, en un atisbo de Carta Fundacional del futuro reino de Castilla.
Ayuntamiento de Brañosera |
Desde lo alto de la carretera que serpentea dolorosamente por la montaña, buscando una salida natural hacia Cantabria, por los mismos caminos que transitaron en la antigüedad romanos, cántabros y astures, y por donde llegaron los primeros foramontanos, las casas de piedra y los rojos tejados de Brañosera parecen una postal del National Geographic. En lo alto del pueblo, dentro del camposanto, aún está en pie la vieja capilla de San Miguel Arcángel, en cuyo «campo de huesos» fue firmada solemnemente la Carta Puebla ante los primeros hombres libres de España. El diminuto eremitorio no tiene ahora más altar que una mesa de piedra donde practicar alguna autopsia ocasional, llegado el caso. No se si se habrá usado alguna vez, pero la suciedad que la cubre lleva a pensar que no.
Si bien es cierto que Brañosera hunde sus raíces en la historia, no lo es menos que ha sabido evolucionar y cuenta con un buen número de alojamientos y atractivos turísticos. Sus restaurantes gozan de justa fama en toda la comarca y su exquisita cocina es muy apreciada..