El Caspio cubierto parcialmente por las nubes |
El Caspio, que comparte las fronteras de Rusia, Kazajistán, Turkmenistán Azerbaiyán e Irán, viene perdiendo agua desde los años 70. El ritmo de descenso, sin embargo, era de uno o dos centímetros al año. Parecía una pérdida asumible en un enorme lago de 371.000 km², un área equivalente a 3/4 partes de la superficie de España. Pero un grupo de investigadores holandeses y alemanes ha comprobado que el ritmo de desecación se ha acelerado hasta seis o siete centímetros al año y lo hará aún más en las próximas décadas.
El agua del Caspio depende de tres factores principales: El río Volga aporta el 90% de su volumen hídrico. Otra aportación significativa es la de las precipitaciones de invierno. En otro lado del balance están las pérdidas por evaporación cuando aprieta el termómetro. De los tres, lo que está cambiando es la temperatura.