miércoles, 6 de enero de 2021

El mar Caspio perderá hasta un tercio de su área por la evaporación causada por el cambio climático

El Caspio cubierto parcialmente por las nubes
Una de las mayores catástrofes ambientales del siglo XX fue
la práctica desaparición del mar de Aral. La del siglo XXI puede ser la desecación del lago más grande del planeta. Un grupo de científicos alerta de que el Caspio podría perder hasta un tercio de su superficie en lo que queda de centuria. En el primer caso, el origen del desastre fue una alocada política agraria de la antigua Unión Soviética y las repúblicas sucesoras. En el segundo, es el cambio climático el que está evaporando más agua de la que llega desde los ríos.

El Caspio, que comparte las fronteras de Rusia, Kazajistán, Turkmenistán Azerbaiyán e Irán, viene perdiendo agua desde los años 70. El ritmo de descenso, sin embargo, era de uno o dos centímetros al año. Parecía una pérdida asumible en un enorme lago de 371.000 km², un área equivalente a 3/4 partes de la superficie de España. Pero un grupo de investigadores holandeses y alemanes ha comprobado que el ritmo de desecación se ha acelerado hasta seis o siete centímetros al año y lo hará aún más en las próximas décadas.

El agua del Caspio depende de tres factores principales: El río Volga aporta el 90% de su volumen hídrico. Otra aportación significativa es la de las precipitaciones de invierno. En otro lado del balance están las pérdidas por evaporación cuando aprieta el termómetro. De los tres, lo que está cambiando es la temperatura.