Antonio Giménez-Rico |
En octubre de 2018, Giménez-Rico recibió la Espiga de Honor en la 63 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), un premio que reconoció su trayectoria y toda una vida dedicada al cine cuando se cumplían cincuenta años del estreno de su primer trabajo, El hueso (1968) y treinta de Jarrapellejos (1988), una película con la que compitió en el Festival de Berlín.
El realizador tiene en su haber una veintena de películas comprendidas entre el mediometraje Mañana de domingo (1966) y El libro de las aguas (2008). El día que recibió el citado galardón, afirmaba estar "retirado del mundanal ruido" y "dedicado a ver los toros desde la barrera".
Al repasar su trayectoria, consideraba haber sido un verdadero privilegiado por haber encontrado siempre productor para sus trabajos y no ocultaba sentirse orgulloso por haber contribuido al lanzamiento de actores y actrices muy respetados en el cine español como Lydia Bosch (El disputado voto del señor Cayo), Aitana Sánchez-Gijón y José Coronado (Jarrapellejos) o Maribel Verdú (Soldadito español).
Responsable de una filmografía caracterizada por las adaptaciones literarias de autores como Delibes, no oculta que se ha retirado sin cumplir su propósito de llevar a la gran pantalla Inquietud en el Paraíso, de Óscar Esquivias.