No es un museo como a los que estamos acostumbrados, sino más bien un parque de esculturas. Eso sí, monumentales. Y, además, subacuáticas. Las obras se han sumergido a una profundidad de entre tres y cinco metros. Es un lugar asombroso para explorar con equipo de snorkel.
La propuesta artística y medioambiental está destinada a proteger el Mediterráneo y a atraer a los amantes del buceo hasta este rincón de la Costa Azul. El Museo Subacuático de Cannes, el primero de su especie en Francia y en aguas del Mare Nostrum, está compuesto por seis obras de Jason deCaires Taylor, el artista británico que firmó también el Museo Atlántico de Lanzarote.
En esta ocasión, DeCaires ha esculpido seis caras de nueve toneladas cada una. Lejos de ser anónimos, los perfiles pétreos están inspirados en un grupo de vecinos de esta glamurosa y cinéfila urbe francesa que en 2018 fueron invitados a participar en la instalación submarina.
El artista realizó un molde de los rostros de 45 voluntarios y de estos escogió seis para convertirlos en las enormes efigies. DeCaires quiso inmortalizar a muy distintos lugareños, de un niño de siete años a un pescador septuagenario.
Las estatuas están realizadas en hormigón de pH neutro, lo que significa que, con el transcurso del tiempo, ayudarán a incrementar la biomasa marina y la reproducción de las especies marinas. Según los expertos, este rincón del Mediterráneo lleva cerca de 30 años sin posidonia. El nuevo ecomuseo tiene la misión de concienciar a la opinión pública sobre la necesidad de proteger los fondos marinos.
Para visitarlo, hay que ir en ferry a la isla Santa Margarita, en la bahía de Cannes. Allí encontrarás el Musée de la Mer, que ocupa parte de la célebre cárcel fortaleza donde estuvo encerrado el hombre de la máscara de hierro entre 1687 y 1698. El misterioso personaje francés ha sido, cómo no, la gran inspiración de DeCaires para crear sus gigantescas máscaras submarinas.