Notre Dame |
Las piedras originales de la catedral se extrajeron del subsuelo de la ciudad. Son de una de las capas de rocas calcácereas de la edad luteciana que se formó hace casi 48 millones de años. Hay varias cuencas en París donde se podría encontrar este tipo de sedimentos, pero los expertos han pedido ayuda en un comunicado para encontrar piedras afines.
Tiene que identificar y seleccionar nuevas piedras "estética y físicamente compatibles" con las dañadas. Por lo que realizan diversos estudios geológicos en canteras y pruebas de laboratorio con distintas muestras.
Reconstruir una obra de arte de tanta magnitud no es tarea sencilla. Estamos ante una de las catedrales góticas más antiguas y la tercera más grande del mundo, solo después de la de Colonia (Alemania) y Milán (Italia). Para construirla tardaron casi doscientos años: fue edificada entre 1163 y 1345.
Los materiales empleados son clave. Por ejemplo, el denominado "bosque", una estructura que servía de techo con más de 100 metros de largo se realizó con más de 1.300 vigas de madera, cada una proveniente de un árbol distinto, algunos con más de 400 años de antigüedad.
Los muros de Notre Dame son de piedra caliza "Calcaire Lutétien", nombre que deriva de la antigua denominación romana de París: Lutetia. Es muy brillante, dura y resistente y fue tan demandada para la construcción que el propio Rey Sol, Luis XIV, encargó estudios detallados de dónde podrían encontrarse depósitos de este material.