sábado, 4 de diciembre de 2021

La pequeña y poco conocida isla de África que compite con el Caribe

Playa de Santa María, en la isla de Sal
Kilómetros de playas de arena blanca, buen tiempo y una temperatura del agua del mar que oscila entre los 22° y los 28,° son algunos de los atractivos de la isla de Sal, en el archipiélago africano de Cabo Verde. Aunque lo que realmente marca la diferencia en estas tierras es la simpatía y la hospitalidad de sus gentes. Compiten como destino con el Caribe una vez que además de tener aguas cristalinas se ha generalizado en los resorts la oferta de todo incluido.

Tienen a su favor la seguridad de sus calles, con una apuesta clara por un turismo que integre las zonas locales. Es también un lugar idóneo para practicar deportes acuáticos, desde surf, windsurf, kitesurf, buceo y pesca.

Sal es una isla de 30 kilómetros de longitud y 12 kilómetros de ancho, plana, a pesar de su origen volcánico, y con un clima cálido y seco tropical. Se suele decir que llueve 3 días al año, si llega, lo cual permite disfrutar de la playa en cualquier momento del año, aunque su época alta va de octubre a marzo, coincidiendo con el invierno de Europa. Hasta no hace muchos años esta tierra, al igual que las otras nueve islas caboverdianas, no estaba en el mapa turístico. El país, antigua colonia portuguesa, logró su independencia en 1975 y años antes, en 1968, inauguró su primera posada, "Morabeza", que con el paso del tiempo se convertiría en un hotel que fue el punto de partida del turismo internacional.