Nada menos que 110 años después de la fundación en 1910 del Museo del Greco de Toledo, ayer lunes fue presentada la obra 'Crucifixión', la primera incorporación al museo de una obra del pintor cretense desde entonces.
Colgada ya de uno de los muros de la sala principal, la obra 'Crucifixión' está fechada entre los últimos años de la estancia del pintor en Roma y los primeros en Toledo (hacia 1575-1577). Su incorporación se ha producido tras ser adquirida por un millón y medio de euros en una subasta a su propietario particular residente en España, y para el museo toledano supondrá una nueva etapa histórica de impulso con esta obra de gran valor.
Esta 'Crucifixión' es la más tardía e importante que el Greco plasmó tras varias versiones en su etapa italiana. Sus trazos y colores revelan su transformación en el modo de pintar de Doménikos Theotokópoulos, desde esa etapa italiana hasta su estilo ya más propio en España.
Domenikos Theotokópoulos convierte en el gran museo nacional dedicado a la identidad del pintor cretense, con Toledo como principal referencia. Y "Crucifixión", una obra de incalculable valor por su técnica, supone sin duda el pilar para reforzar la colección de este museo. Va a ser el principal pilar en el que el museo se va a apoyar en su presente y futuro de su programa expositivo y de difusión.
Hay que señalar que la adquisición del cuadro, en manos hasta ahora de una colección privada en España, ha sido posible también por su declaración de inexportabilidad, lo que ha impedido su posible venta fuera de España.
Esta incorporación completará los fondos del Museo del Greco con una obra que permitirá explicar, de una forma didáctica y clara, la transformación de la forma de pintar del artista en sus distintas etapas, desde su Creta natal, pasando por Italia, hasta Toledo. Además, el buen estado de conservación del lienzo permitirá su exposición e incorporación al recorrido del museo de manera inmediata.