El Merdeka tiene 118 pisos |
Este trabajo del estudio de arquitectura australiano Fender Katsalidis –artífices de edificios como el Australia 108 o el Eureka Tower–, está situado en el centro de Kuala Lumpur (Malasia). Su nombre hace referencia tanto a los pisos que incluye, 118, como al Merdeka, el conocido estadio de la independencia de Kuala Lumpur que se construyó en agosto de 1957 para conmemorar la firma de la declaración de independencia de Malasia del Reino Unido.
Hace ya cinco años que comenzó a levantarse esta torre –a pesar de las preocupaciones expresadas por activistas que defienden el patrimonio local–, pero no ha sido hasta hace unos días, con la colocación de la aguja que remata el rascacielos, cuando ha alcanzado la altura de los 678,9 metros, cifra que le ha permitido convertirse en el edificio más alto de Malasia y de todo el sudeste asiático. Con esta altitud ha logrado desbancar a la Torre de Shanghái, que mide 631,8 metros de altura, al coronarse como el segundo edificio más alto del mundo, solo por detrás del Burj Khalifa de Dubái y sus 828 metros.
La torre dispone de 350.000 metros cuadrados de superficie, de los cuales más de la mitad estarán destinados a oficinas, pero también contará con un centro comercial, una mezquita, un restaurante, un hotel Park Hyatt y, como de récords va la cosa, incluirá la plataforma de observación de dos niveles más alta del sudeste asiático.
Merdeka 118 es la pieza central de un área que integra varios edificios de apartamentos, una estación subterránea de tren, un centro comercial cubierto por una cúpula de vidrio y un parque diseñado por los paisajistas Sasaki de Boston. Este ambicioso proyecto busca, entre otras cosas, impulsar el turismo y convertir a Kuala Lumpur es un destino de interés arquitectónico.
El diseño facetado del edificio da como resultado un patrón de formas triangulares que recuerdan a las que se encuentran en la artesanía tradicional de Malasia y que están inspiradas en la rica diversidad característica de su población, según afirman los arquitectos. Por su parte, el interior contará con un gran vestíbulo para acceder al hotel, espacio que incluye un atrio de gran altura aparentemente tallado en piedra maciza, y un vestíbulo superior, ubicado en el extremo opuesto, para las oficinas y los comercios.
Aunque se esperaba que el edificio fuese inaugurado este año, las obras tuvieron que detenerse, temporalmente, durante la pandemia, por lo que su apertura se ha pospuesto hasta finales del próximo año.