La capital portuguesa, pintoresca y encantadora, sigue hoy día inspirando a artistas y escritores, por ello, por su belleza, su mezcla de estilos arquitectónicos, sus playas y un sinfín de atractivos le invitamos a viajar, si es que no lo ha hecho ya, a Lisboa. Le aseguramos que disfrutará de una experiencia inolvidable en la capital europea donde la luz del sol resplandece más fuerte que en ninguna otra, no en vano recibe el título de la ciudad de la luz.
Situada entre siete colinas y en el estuario del río Tajo, Lisboa cuenta con una seductora fusión de ciudad tradicional y cosmopolita, algo que se percibe perfectamente en su casco histórico, el cual puede recorrer en el mítico tranvía 28.
Empezaremos nuestro recorrido por la Plaza del Comercio, cuyo aspecto actual, el cual se funde con el río Tajo, se debe a la reconstrucción que organizó el marqués de Pombal tras el fuerte terremoto que sacudió la ciudad en 1755 y que provocó una enorme mortandad y la destrucción de numerosos edificios, como el Palacio Real, el cual se encontraba en esta misma plaza. En el centro de esta, puede verse la imponente estatua ecuestre del rey José I, y en los alrededores hay un buen número de restaurantes, ideales para deleitarse con la gastronomía portuguesa; del mismo modo ocurre en nuestra siguiente parada: la Plaza de Don Pedro IV, conocida popularmente como Plaza de Rossio y presidida por el bonito edificio del Teatro Nacional Doña María II.
Descubriendo su barrio más céntrico
Elevador de Santa Justa |
Continuemos recorriendo Lisboa. Si sube por el elevador de Santa Justa, llegará al barrio el Chiado y el Barrio Alto, con la Plaza Luís de Camões como límite entre ambos. La entrada al primero la marcan los altos arcos del antiguo Convento do Carmo, del cual solo quedó, tras el terremoto de 1755, el esqueleto, unas ruinas fascinantes y de una belleza inexplicable que recuerdan la tragedia vivida en la ciudad. El Chiado es conocido como el «Montmartre» de Lisboa, haciendo referencia a su ambiente bohemio, y está repleto de cafés y pequeños comercios, y cuenta con varios museos, entre ellos, el Museo de Arte Contemporáneo de Lisboa y el Museo Arqueológico, anexo al mencionado convento. El segundo, el Barrio Alto, se caracteriza por su ambiente vanguardista y moderno; en él, los bares de copas conviven con tiendas de moda y restaurantes cuyas paredes están decoradas con coloridos grafitis.
La Alfama, uno de los barrios con más encanto
Barrio de Alfama |
Bajando en este mismo barrio, se encuentra otro de los imprescindibles de Lisboa: la Sé Patriarcal, la imponente catedral en la que se fusiona románico y gótico. De su exterior destaca su fachada de románico francés y su enorme roseta, mientras que en su interior predomina la sencillez y la austeridad, de cualquier manera y se sea o no creyente, entrar en ella conmueve profundamente y transmite una sensación única de tranquilidad.
Torre de Belém |