El pijama es una de esas prendas que de alguna manera, en mayor o menor número todos tenemos. Una prenda indispensable no sólo para dormir, sino que son muchas las personas que al llegar a casa no dudan en ponerse cómodos con su pijama, una práctica que por otro lado, se extendió durante la pandemia cuando todos pasamos meses confinados. La presencia de esta prenda en la casa es tan evidente y necesaria que puede que nunca nos hayamos parado a pensar en cómo se convirtió en una parte tan importante de nuestras vidas. Descubre ahora cuál es el origen del pijama y por qué se llama así.
Origen del pijama y por qué se llama así
Casi todos, cuando vamos a dormir, usamos pijamas para estar más cómodos y abrigados. Pero, ¿por qué los pijamas se llaman así? Esta palabra deriva del persa ‘Payjama’, compuesto de ‘pay’, que significa pierna y ‘jamè’, que significa vestido: en Persia, de hecho, los hombres solían usar pantalones suaves y anchos para ir a la cama, por lo tanto, «ropa para las piernas”.
Debido a la colonización inglesa, fueron los británicos quienes trajeron la prenda y el término que la define a Europa, transformados en «pijamas», entre los siglos XVIII y XIX, después de haber conquistado las tierras asiáticas: hasta ese momento, de hecho, para dormir sólo se utilizaba el clásico camisón.
En España, la palabra se introdujo a principios del siglo XX aunque en singular, en lugar de usar el plural como en Gran Bretaña y los Estados Unidos. Para nosotros, los pijamas se componen de dos piezas, camisa o camiseta y pantalón y solemos preferirlo suave y cómodo, sin muchos adornos, botones y cremalleras que, aunque hagan que tenga más estilo, pueden dejarnos marcas en la piel, perturbando nuestro sueño.
Pijamas: una historia de la moda
El pijama es una prenda que se relaciona con el hecho de estar en casa y el ir a dormir pero lo cierto es que su uso está tan extendido que forma parte también de la moda e incluso a la alta costura. De hecho, aunque en los años 20 se había extendido como una prenda informal y sofisticada, fue a partir de los años 30 que se convirtió en un algo imprescindible para las mujeres con clase. Esto sucede cuando Daisy Fellowes, la editora de la prestigiosa revista de moda "Harper’s Bazaar", da la bienvenida a sus invitados a una velada social en pijama. A partir de este momento, el pijama se hizo muy popular como vestido para recibir invitados más que como vestido de noche.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la cultura pop procedente de Estados Unidos llegó a Europa con el Plan Marshall y trajo consigo una nueva imagen de mujer, la pin up . Baby-dolls y negligés se convirtieron en los nuevos protagonistas de la ropa interior femenina y los pijamas cayeron en desgracia.
Tuvieron que llegar los años 60 para que volvieran a la cresta de la ola sin que hayan vuelto a caer.
De Cocó Chanel a Irene Galitzine (autora del pijama palazzo), pasando por Emilio Pucci y Louis Vuitton fueron muchos los grandes diseñadores que se atrevieron no sólo ha reinterpretar esta prenda de moda sino que incluso diseñaron modelos que se podían llevar durante el día y por la calle.