Pedro Paricio |
Acostumbrado a manejar diferentes medios y técnicas (pintura tradicional al óleo, grabado, dibujo, escultura y literatura) para esta exposición en el CAB, Pedro Paricio (La Orotava, Tenerife, 1982) emplea el cine y el vídeo como fuente argumental estética y plástica antes que como soporte artístico. La muy original propuesta de Paricio rastrea en el cine elementos constructores de su personal biografía artística.
Con una estructura formal repartida en cuatro estadios, confecciona un continuo juego de espejos entre distintas disciplinas y entre la realidad vivida y la realidad figurada. Intervenciones pictóricas sobre fragmentos cinematográficos; pinturas extraídas de secuencias fílmicas; grabados, esculturas y modelados en yeso; y pósteres de cine, con los que cierra el círculo de la doble representación conforman el detalle de su propuesta para el CAB.
Si en la primera sala se suceden las proyecciones intervenidas de películas como Public Enemy, Smoke, The Misfits, Zama o Stalker, en el segundo ámbito Pedro Paricio prefiere que sea la quietud y la palabra la que inunden el espacio, con obras dedicadas a The Story of the Last Chrysanthemums de Kenji Mizoguchi, Permanet Vacation de Jim Jarmusch o Andrei Rublev de Tarkovski.
En la tercera sala Pedro Paricio revela, aún más si cabe, su obra más personal y emocional. Con el trasunto de la película Sacrificio de Tarkovski y de The Killing Fields de Roland Joffé el artista se impone un acto íntimo de expiación y de reconocimiento afectivo a partir de sendas filmaciones. Cierra su proyecto una elocuente galería de
carteles intervenidos.
Además, como ligada a la exposición, que se podrá visitar hasta el 23 de enero, pero autónoma a su vez, Paricio prepara un libro con textos, mitad ensayos, mitad cuentos literarios, que habrá de completar su valiente presentación en el CAB.