"La forja de un campeón" es la historia de un Rocky de época, pero habría que precisar que hablamos de un personaje real, Jem Belcher, que esta película rescata.
A principios del siglo XIX, cuando el boxeo era el deporte que más gustaba a los nobles, Jem Belcher, siguiendo los pasos de su abuelo Jack, luchó hasta convertirse en el campeón más joven de la historia de Inglaterra, a pesar de la oposición materna. Lo logró gracias a su velocidad, a su habilidad en los golpes y a su inteligencia, sentando las bases del boxeo moderno.
La inspiración para contar la historia de Belcher surgió cuando el director Daniel Graham vio su retrato del año 1800. que se encuentra en la National Portrait Gallery. A partir de ahí le interesó narrar su epopeya: su rápido ascenso y las trampas que vinieron después debido a la fama y el éxito repentino mezcladas con una trama familiar de complicadas relaciones entre su abuelo (un gran púgil pero alcohólico) y su madre, que no quería un destino así para su hijo.
Un relato que se encadena con otros de época como Barry Lyndon pero dentro del marco del boxeo. De este film clásico también imita la luz, más dorada y menos blanca que la de los de largometrajes que se enclavan en la actualidad, poniendo especial cuidado en la puesta en escena de esos combates y de los decorados interiores.
Al igual que la saga más famosa sobre este deporte, la mencionada de Rocky, el film tiene una estructura previsible: asistimos al encuentro con el preparador que le conducirá al éxito, la necesidad de contar no solo con talento sino con empeño, disciplina y constancia para lograr los objetivos y, por supuesto, a esos combates fantásticos donde se jugaban títulos y, en el caso de Jem, que suponían un cambio a una vida mejor para él y su familia. Precisamente uno decisivo de dieciocho asaltos es conocido como "La pelea olvidada del siglo".
El polifacético actor Matt Hookings (que también es productor y guionista), encarna al protagonista bien secundado por dos actores veteranos de fuste como son el famoso Russell Crowe y el siempre competente Ray Winstone, que encarna a su competente preparador.