La acción se desarrolla en el periodo entreguerras del pasado siglo XX. El Dr. Burt Berendsen y el abogado Harold Woodman, se han convertido en el recurso para personas con problemas. La última en pedir su ayuda es Liz Meekins, la hija del carismático general a cuyas órdenes sirvieron en el primer conflicto mundial. Esta les solicita que hagan la autopsia de su padre, muerto en extrañas circunstancias. Lo que desconocen ambos, y el gran amor de Harold, la bella Valerie Voze, es que se embarcarán en una gran aventura sin vuelta en la que el pacto de amistad, y de cuidarse los unos a los otros hasta el fin de los días, será fundamental.
Simpática y llena de enredos, pero excesivamente larga de metraje, debido entre otras razones a diálogos que se extienden innecesariamente, este film, escrito por el propio Russell, ha contado con un reparto de campañillas donde reconocerán en los principales papeles a Christian Bale (actor favorito del director), Margot Robbie, John David Washington o Robert de Niro. Todos ellos realizan unas buenas interpretaciones en una historia inspirada en un hecho real que, sin embargo, da la impresión que quiere tocar tantos temas que no profundiza en ninguno. Uno de los más interesantes, aunque se trate de forma algo rocambolesca, son las secuelas que dejó la Primera Guerra Mundial en multitud de soldados, muchas de ellas físicas, que provocaron que quedará gente varada en el camino de la integración de la sociedad, como bien describió Pierre Lemaitre en su galardonada novela "Nos vemos allá arriba"
Un relato de supervivencia, de vivir la vida a pesar de todas las dificultades que, habla de unos veteranos que no contaban con ningún programa social para ayudarlos y cuidarlos. Precisamente este intérprete, Christian Bale, en la que es una constante en su carrera, ha vuelto a hacer una transformación considerable en su fisonomía, ayudado por un excelente maquillaje, para encarnar al estrafalario Dr. Berendsen. Recordemos que también hizo cambios corporales llevados al límite en películas como "The Mecanic" o "El vicio del poder".
En esa línea Russell ha manifestado que su historia es una oportunidad para rendir homenaje al heroísmo de personas reales, como el Regimiento de Luchadores del Infierno de Harlem, formado por soldados negros y puertorriqueños enviados a Francia para defender su país y que luego se vieron obligados a servir en el ejército francés porque sus compatriotas americanos se negaron a luchar con soldados que no fueran blancos.