Nueva Delhi |
El ruido en las grandes urbes es cada vez mayor, y se ha convertido en un verdadero problema que en muchos casos afecta a la salud de los ciudadanos. El Foro Económico Mundial ha elaborado un ranking de las ciudades más ruidosas del mundo, y el primer puesto es para Cantón, en China.
Cantón (China)
Cantón es la conurbación más grande del planeta Tierra. Aunque en la ciudad «sólo» viven 13,08 millones de habitantes, sumando el área metropolitana y los suburbios de la zona del delta del río de las Perlas, la población es de casi 47 millones de habitantes. Según los últimos estudios realizados, la contaminación acústica es tal que muchos habitantes sufren pérdida de audición. En promedio, escuchan como una persona 17 años mayor.
Nueva Delhi (India)
Nueva Delhi es la ciudad más poblada de la India, y una de las más pobladas de todo el mundo. Con 18,98 millones de habitantes, los bocinazos de los coches son constantes, durante el día y la noche. A esto hay que sumar el ruido de los altavoces que anuncian novedades religiosas. La Organización Mundial de la Salud recomienda vivir en lugares donde el nivel de ruido no supere los 55 decibelios, pero en Nueva Delhi muchas veces alcanza los 200 decibelios.
El Cairo (Egipto)
El Cairo es la capital de Egipto, y su área metropolitana comprende una población de 16 millones de habitantes. El nivel de ruido alcanza a diario los 85 decibelios, y los expertos lo comparan a «meterse en una fábrica en plena ebullición». La estatua del faraón Ramsés II, situada en la plaza principal de El Cairo, tuvo que ser trasladada a una nueva ubicación porque la contaminación acústica la deterioraba.
Bombay (India)
Bombay es una ciudad de la India con una población de 14,47 millones de habitantes. Es la ciudad portuaria más importante del subcontinente indio ya que concentra el 40% del tráfico exterior del país. Es la ciudad más congestionada del mundo, y el tráfico es un caos a cualquier hora del día.
Se han instalado unos semáforos anti-ruido que incorporan un sonómetro. Cuando se superan los 85 decibelios, el semáforo añade 90 segundos extras en rojo. Una medida para evitar que los conductores toque el claxon mientras esperan a que se ponga el semáforo en verde, y que ha resultado ser muy efectiva.