Probablemente siempre hayas pensado que la cerveza 0,0 y la cerveza sin alcohol sean lo mismo, pero tienen importantes diferencias. Por eso es muy importante conocerlas para llegar a decidirte por una o por otra porque lo que está claro es que el consumo de esta bebida cada vez va más en aumento.
Prueba de que su consumo es cada vez más alto lo podemos ver en los supermercados, donde los pasillos de cervezas están repletos de botellas de todo tipo.
La diferencia entre la cerveza 0,0 y la cerveza sin alcohol
Según la OCU, un 14% de las cervezas consumidas en España (unos 48 litros por persona al año) son cervezas sin alcohol. Estos productos ya se han convertido en una alternativa a la cerveza para aquellos que no pueden o no quieren tomar alcohol, por el motivo que sea.según la normativa, se considera cerveza “sin” cuando la graduación alcohólica es menor al 1 por 100 en volumen. Es decir, que este tipo de cervezas, aunque creamos que no, sí tienen una parte de alcohol aunque es mínima.
Además de eso, a partir del Real Decreto 678/2016, se establece que cualquier cerveza que tenga un 0,05% de alcohol en su composición, deberá redondearse para arriba, por lo que pasaría a ser 0,1% de alcohol, y dejaría de cumplir entonces con la premisa a través de la cual se comercializa.
Y es el proceso de fabricación de la cerveza el que impone esta limitación, el que hace imposible que se pueda elaborar cerveza sin un mínimo porcentaje de alcohol en la bebida.
Pero cuando hablamos de la cerveza 0,0, entonces sí es sin alcohol ya al anunciar ello deberían estar obligados a cumplirlo. Según OCU, se comprueba que esto es así, de manera que si no quieres tomar alcohol, debes optar por una cerveza 0,0%.
¿Por qué las cervezas sin alcohol llevan alcohol?
La normativa que regula las bebidas alcohólicas considera que la cerveza sin alcohol es aquella cuya graduación alcohólica está por deba del 1 por 100 de volumen.
¿Cómo se produce la cerveza sin alcohol?
Algunas se elaboran del mismo modo que las normales, y una vez listas se les quita casi todo el alcohol mediante la destilación, la centrifugación o la diálisis. Mientras tanto, otras son impedidas de generar alcohol durante su elaboración, midiendo al detalle el tiempo y la temperatura, limitando la aparición de este componente.
Al entrar en ebullición se añade el lúpulo, y se deja enfriar el mosto antes de ponerlo a fermentar. Para ello, se le agrega levadura y azúcares si hicieran falta, y se controla la fermentación con frío.