Una película libremente inspirada en la vida de Céline Dion. Quebec, años 60. Sylvette y Anglomar dan la bienvenida a su decimocuarto hijo, Aline. En esta familia modesta, donde la música suena a todas horas, Aline se interesa rápidamente por el canto. Años después, cuando un productor descubre su voz, empieza a trabajar con ella con un claro objetivo: convertirla en la mejor cantante del mundo.
Coloquialmente suele decirse que "hay vidas de película", debido a la profusión de acontecimientos extraordinarios que ocurren en la existencia de algunas personas. Aline cuenta una de ellas, porque bajo ese título se esconde una ficción inspirada en la vida de la cantante franco-canadiense Celine Dion.
Decimocuarta hija de una humilde familia numerosa, el amor por la música de los "Dieu"", apellido que aparece en la película, se hizo especialmente patente en la pequeña de la familia, que poseía una voz excepcional. Tal es así que, desde los 12 años, uno de los representantes musicales más importantes del momento se hizo cargo de su carrera musical, desconociendo que esa relación traspasaría lo puramente profesional, pasados unos años. En el acercamiento a esa singular historia de amor se vislumbra uno de los pocos desencuentros que la cantante tuvo con sus progenitores, a los que se trasluce que adoraba, cuando estos, sobre todo su madre, se oponían a esa relación sentimental por la gran diferencia de edad.
De los mismos productores de dos éxitos del cine francés como son Intocable y la película de animación Ballerina, se trata de un proyecto muy personal de la popular actriz francesa Valérie Lemercier, puesto que además de escribirla, la ha dirigido y protagonizado, y por su interpretación obtuvo el Premio César. Un trabajo en el que, sin embargo, se arriesgó bastante al encarnar a la diva desde los 12 años hasta la madurez, algo que resulta extraño en pantalla a edades tempranas por tratamiento facial y corporal que se realiza Y es que actuar y dirigir, al mismo tiempo, siempre es complicado. Lo que realmente hace muy bien Valerie es imitar a Celine en el escenario, con una gran dinámica de movimientos.
Muy recomendable para los admiradores de la cantante pero, por el contenido personal, también para los consumidores de la prensa rosa, es muy agradable la banda sonora compuesta por temas de Celine y otros pegadizos de otros cantantes.
Asombran algunos datos curiosos de su biografía como que una de las canciones que la hizo más conocida a nivel mundial, la balada "My Heart Will Go On", tema principal en la banda sonora de la película Titanic, es un tema que no le agrada demasiado a Céline.