martes, 30 de noviembre de 2021

Cine. "La puerta de al lado" de Daniel Brühl

Daniel
es un conocido actor que una mañana deja atrás su elegante ático en Berlín, su preciosa esposa y a la niñera que cuida de sus dos hijos pequeños para volar a Londres para el casting de una película de superhéroes. De camino al aeropuerto se acerca al bar de siempre para repasar el texto y tomar un café tranquilamente sin darse cuenta de que su vecino Bruno, al que nunca antes había visto, viene siguiéndole de cerca. En el bar, Bruno comienza a conversar con Daniel en lo que queda claro que no es un encuentro casual. El vecino de la puerta de al lado tiene información íntima sobre la vida de Daniel y su familia que hace que el encuentro se convierta en una incómoda experiencia.

Posiblemente se trata de una de las películas más interesantes de este año. Debut en la dirección del actor Daniel Brühl, que se hizo mundialmente famoso gracias a la ingeniosa "Good bye Lenin", se trata de una comedia negra muy inteligente que plantea un ajuste de cuentas.

Con una puesta en escena más propia de una obra teatral que de una cinematográfica, el argumento se apoya en un duelo dialéctico entre dos hombres, ambos en las antípodas el uno del otro, que sacan a la luz una gran variedad de temas.

Por supuesto se habla de desigualdad económica, de gentrificación, ese fenómeno de rehabilitación urbanística en barrios deprimidos que conlleva el desplazamiento paulatino de la gente más empobrecida, pero también de la sociedad del "gran Hermano" en la que vivimos, donde la tecnología está comiéndose nuestra intimidad y también de la envidia o la infidelidad.

Es cierto que aproximadamente los veinte primeros minutos, cuesta "entrar" en el argumento, pero luego fluye como un río caudaloso cuando descubrimos que la existencia perfecta del actor no es tal, y que ha sido espiado e investigado a tope por su vecino.

Daniel Brühl, que además de dirigir se ha reservado un papel protagonista, y Peter Kurth están perfectos en sus respectivos papeles, su duelo interpretativo es soberbio, un despliegue de maestría donde imprimen verosimilitud a los diálogos escritos por Daniel Kehlmann,un reconocido guionista alemán.

Como en otras producciones alemanas las secuelas de la separación de las dos Alemanias tras la Segunda Guerra Mundial, con las diferencias que ello provocó, planea durante todo el relato. También las técnicas de espionaje utilizadas por la Stasi, unas prácticas que a día de hoy siguen poniendo los pelos de punta.