jueves, 4 de noviembre de 2021

La mayor colección de lápidas gremiales del mundo está en un pueblo de Galicia

Santa María A Nova
El pasado fin de semana, miles de personas visitaron los cementerios para recordar a sus muertos. Es una ceremonia o un hilo de memoria que ha sobrevivido al paso del tiempo. En España hay decenas de cementerios de interés, con vistas al mar, con lápidas que son obras de arte, recogidos y discretos o enormes. Y, luego, además, está la iglesia de Santa María A Nova y el cementerio de Noya (Noia), La Coruña, donde se puede visitar una colección de lápidas singular e interesante. Un lugar único en el mundo situado a poco más de media hora de la catedral de Santiago de Compostela.

Esta iglesia nos recibe con un rosetón gótico, bajo el cual está la puerta principal, en un porche neoclásico del XIX. A un lado y otro del edificio está el cementerio. Dicen que parte de la tierra fue traída en barco desde Palestina. En el exterior hay que detenerse en un crucero gótico seguramente del XV, y al otro lado en un baldaquino debajo del que se cobija otro crucero algo posterior, quizá del XVI.

Retablo del altar mayor
Santa María A Nova
, consagrada en 1327, es uno de los templos más curiosos de Noia y de Galicia, sobre todo por la colección de laudas sepulcrales (alrededor de 500) que datan de los siglos XIV al XIX. Se cree que la actual iglesia de estilo gótico, con influencia románica, se construyó sobre los restos de un templo anterior, del XII, y que la necrópolis probablemente ya existía en ese momento. Fue declarada Monumento Artístico en 1973, y hoy en día es solo un museo, sin que se use para culto.

En su interior, Santa María a Nova tiene una sola nave, con la capilla de los Carneiro -construida en 1575 por Pedro de Cereceda- a la derecha. Y aquí y allá, en el suelo o apoyadas sobre los muros, vemos las lápidas de forma más o menos desordenada, a menudo con marcas o signos grabados sobre ellas. Hay alrededor de sesenta. Otras quince o veinte están en diferentes lugares del cementerio, en el exterior. Y el resto están guardadas, a la espera de encontrarles un destino para mostrarlas al público.

Capilla de los Carneiro
La imposibilidad de enseñar en la iglesia-museo todas las lápidas ha llevado a barajar otras alternativas en los últimos años, con la idea de evitar su deterioro, desde habilitar nuevos espacios en la localidad a repartirlas por calles y edificios históricos, con los correspondientes paneles informativos.

En la iglesia destaca además la pila bautismal, del XV, y el retablo del altar mayor, de estilo barroco. Y por supuesto la colección de lápidas, que en su conjunto es la más importante que se conoce por la cantidad y por su conservación.

En efecto, las lápidas expuestas en la nave de la iglesia presentan en su superficie relieves (escudos y figuras) y grabados (marcas y útiles de trabajo) que identificaban al difunto. Hay lápidas heráldicas, con figuras humanas, con marcas profesionales (sastres, carniceros, canteros, carpinteros, marineros, zapateros...) que reflejan la importante actividad económica de Noia en aquellos momentos.