jueves, 11 de noviembre de 2021

Valdelinares, el pueblo más alto de España

Valdelinares
En la Sierra de Gúdar, junto a la estación de esquí de Javalambre y Valdelinares, se encuentra Valdelinares, el pueblo más alto de la Península Ibérica, en dura pugna con Vilaflor de Chasna, (Tenerife) por el título de "más alto de España". El pueblo tinerfeño alcanza los 2.484 metros sobre el nivel del mal, pero su núcleo poblacional se concentra en casco urbano, situado a 1414 metros, mientras que los 87 habitantes censados en Valdelinares acostumbra a a vivir a 1.690 metros, estando la puerta de la iglesia a 1.962 metros.

Situado a 70 kilómetros de Teruel, durante la Edad Media y prácticamente todo el Antiguo Régimen fue tierra de realengo, perteneciendo a la comunidad de aldeas de Teruel en la sesma del Campo de Monteagudo hasta la división provincial de 1833. El pueblo se levanta sobre una ladera coronada por su cementerio, rodeado de extensos pastizales, con un frondoso pinar que define el colorido paisaje. La presencia de una pequeña masa de pino moro (pinus uncinata) aporta a la zona una curiosidad de primer nivel: es la zona más meridional de Europa donde puede encontrarse y son tan característicos del entorno del municipio que determinan la procedencia de su nombre y su escudo, que está formado por cinco pinos verdes en referencia a su nombre en latín: Val de Lignare (Valle entre pinares).

Su celebre estación de esquí es uno de sus grandes atractivos. Además, para comodidad del visitante, se encuentra a apenas siete kilómetros de un casco urbano que destaca por la excelente conservación del ambiente rural-tradicional, tanto en lo estético como en lo laboral. De hecho, el sector primario es aún la principal actividad económica, con un 67% de la población ocupada y un 48% de la producción económica total, recogida por el subsector ganadero, el agrícola y el forestal.

El peso de la actividad agrícola ha permitido al pueblo disponer de un extenso suelo rústico no urbanizable que le permite mantener el ejercicio de estas actividades económicas al tiempo que protege sus valores ambientales y paisajístico. La superficie productiva del municipio supone más de las tres cuartas partes del total, repartida entre tierras de cultivo, prados y pastizales, terreno forestal y otras tierras.

Este recurso potencia al mismo tiempo la actividad turística, que emerge con fuerte hasta convertir el sector servicios en el segundo en importancia no sólo en producción total, donde alcanza el 34%, sino que también en población ocupada, donde supone el 26% de las labores de los vecinos, cifra que se espera que crezca exponencialmente ante el aumento de deportes y actividades centradas en el disfrute del medio rural que se vienen desarrollando en la zona.