Es una de las rutas más típicas del norte de Burgos. El sendero discurre por lo más profundo del desfiladero junto al río y visita tres pintorescos pueblos: Valdelateja, junto al río Rudrón, Pesquera de Ebro y el pueblo despoblado de Cortiguera (hoy en día en recuperación).
Los cañones tienen una profundidad de entre 200 y 300 metros según el sitio y la travesía transcurre por un espacio natural privilegiado dominado por robles y encinas. Nuestro compañero inseparable en esta ruta que se completará en unas 4 horas, será el río Ebro.
En una primera parte nos adentramos en el precioso bosque de la ribera del Rudrón. A ratos, la vegetación se va aclarando pudiendo ver las paredes del cañón y otras muchas veces, el bosque será muy denso, y nos dará la sensación de estar en un túnel. Una vez nos vamos acercando al pueblo de Pesquera, tendremos mayor visibilidad, ya que el valle se suaviza y se abre. Después de cruzar y visitar el pueblo, cruzaremos el puente medieval sobre el río Ebro y continuaremos por la carretera hasta llegar a la indicación de Cortiguera, donde saldremos tomaremos el desvío.
Una vez en el sendero, una pista nos llevará hasta el pueblo abandonado de Cortiguera, un lugar muy bonito pero que con el paso del tiempo está semi-destruido.
Salimos de Cortiguera y poco a poco ascendemos por el cañón, donde en la parte alta tendremos unas vistas impresionantes del río.
Más adelante, el sendero cambia de dirección y se dirige al sur donde tomaremos el sendero indicado de la derecha, que nos llevará por un encinar a la parte superior del cañón, justo en la parte alta de Valdeteja, con unas vistas de postal.