sábado, 19 de marzo de 2022

¿Qué diferencia hay entre un mapa y un plano?

En el mundo en el que vivimos, hay muchísimas cosas que, a pesar de tener grandes similitudes unas con otras, no son iguales. Es el caso del mapa y el plano, que a veces se utilizan como sinónimos, pero que son cosas distintas.

Lo primero a tener en cuenta es que el plano se define como la representación de una parcela, vivienda o núcleo de población, mientras que el mapa representa un territorio más amplio. Por lo tanto, podemos hablar del plano de una ciudad y el mapa de una provincia, por ejemplo.

La definición de la RAE es la siguiente:

Plano: Representación esquemática, en dos dimensiones y a determinada escala, de un terreno, una población, una máquina, una construcción…

Mapa: Representación geográfica de una parte de la superficie terrestre, en la que se da información relativa a una ciencia determinada /Representación geográfica de la Tierra o parte de ella en una superficie plana.

En geografía plano es la representación gráfica de un área en dos dimensiones. Se suele hacer a una escala mayor que la del plano arquitectónico. Haciendo referencia a los límites de representación, el plano más grande que existe es el de una ciudad. Mientras, el mapa más pequeño es de una localidad.

El plano suele tener detalles pequeños, como calles y plazas en el caso de municipios. Cuando el plano e de una vivienda, se realiza para señalar los detalles de dimensiones, diseño y ubicación.

Mapa

El mapa es la representación de un territorio, en el cual el contenido real se sustituye por la simbología a una determinada escala para entender datos básicos como la demografía y la altitud, entre otros. Del mismo modo que en el plano, se mantiene la escala general del territorio, pero en el mapa los elementos se sustituyen por símbolos.

Dicho de un modo sencillo, el mapa es una «representación simbólica de la realidad». Tiene propiedades métricas ya que se elabora mediante el registro de medidas a escala y se traza sobre una superficie bidimensional.

El mapa se compone de los siguientes elementos: título, localización, orientación, escala, leyendas, símbolos cartográficos y proyecciones cartográficas.

Existen un gran número de mapas distintos, que se clasifican en las siguientes familias: geográficos, políticos y temáticos. El origen de los mapas data del año 3.000 a.C en la antigua Babilonia.